Capítulo 15: Toda decisión conlleva un riesgo

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--------------------------------- Giselle Andrew' POV -------------------------------

Cuando Jean de Vighers de la manera más malvada y arrogante me pidió que me casara con él, de verdad estaba molesta. ¿Cómo puede una persona casarse con alguien que no ama? En verdad esta persona esta demente.

No podía más, comencé a alejarme lo más que pude de él. Quería regresar a casa. Quería regresar a mi tiempo... Lo único que podía hacer en ese momento era alejarme de él, buscar a Agnés y regresar a la casa del duque de Hamilton. La oscuridad estaba llegando cada vez más al bosque, limitando la visibilidad hacia adelante.

Comencé a alejarme lo más que pude de él, hasta que mencionó que no debía amarlo y que él tampoco me amaría. En ese momento no sé por qué, no se la razón... pero me moleste demasiado. Asi que no pude más y lo que hice fue sólo gritarle.

— ¡Yo ni siquiera quería ser tu esposa, sin querer me involucre en esto! ¿Cómo puede haber un hombre tan cínico, descarado, frio y malvado como tú?

— ¿Eres consciente de que si te vas le diré todo al duque y no tendrás donde dormir está noche? — Contestó Jean con una voz firme.

Aunque estuviera muy enojada, debía reconocer que está vez ese sujeto tenía razón... No tendría a donde ir, de no ser por esta enorme mentira. <<Aunque yo... ¡no tenía que soportar este tipo de humillaciones, desde el principio todo esto fue una equivocación que no pudo ser resulta! Lo que puedo hacer ahora es dejar todo esto atrás. ¡Yo no necesito su ayuda! ¡Puedo buscar la manera de sobrevivir por mi cuenta en este lugar! >> Asi que tome una decisión suicida, decidí ya no aceptar la ayuda de este sujeto y con voz firme y enojada solo le grite:

— ¡¿Sabes qué? ¡Yo no necesito tu ayuda! —El eco de aquella frase aun no dejaba de resonar cuando escuche una voz de miedo y lamento a mi espalda. Era Agnés.

—Creo que si lo necesitamos. — dijo mientras daba pasos pequeños hacia atrás, tratándose de alejar del lobo que se acercaba a nosotros.

En ese momento Jean trató de alejarnos y se colocó enfrente de nosotras, y sacando su arco dijo:

—Aléjense lo más que puedan—gritó con algo de preocupación. Pero nosotras nos quedamos congeladas, solo dábamos pequeños pasos hacia atrás.

Jean intentó apuntarle a aquel animal que poco a poco se acercaba a nosotros. Pero era demasiado tarde... antes de que pudiera colocar su flecha sobre el arco, el lobo se lanzó sobre él con afilados dientes, lastimando su brazo. Jean trataba lo más fuerte que podía, soltarse de su agarre, mientras que Agnés se quedaba horrorizada observando tal escena y yo sentía un miedo y una preocupación indescifrables. Rápidamente sujeté una rama y sin ningún miedo corrí en dirección de aquel animal. De verdad no sé de donde salió tal valentía. Jean sólo grito con mucho esfuerzo — ¡ALÉJATE!, pero no hice caso y seguí golpeando mi rama contra el animal, consiguiendo salir un poco lastimada. Cuando me di cuenta el animal ya había soltado el brazo de Jean, el lobo un poco herido se acercaba a nosotros más furioso que antes, el miedo se hacía cada vez más evidente en mí, esta vez iba atacarme, pero antes de que cerrara los ojos, el animal había sido atravesado por una flecha, lanzada por Jean con su brazo lleno de sangre.

Sueño a Flor de TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora