Prologo

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1840 

Gran Bretaña

— Este es el momento — susurro mirando la luna por la ventana, una lagrima inevitablemente se desliza por mi mejilla, esperé el momento para escapar cuando él estuviera dormido, si no me dejaría ir nunca, aunque su vida dependiera de ello. Me levanté y besé levemente su mejilla mientras dormía, intentando no despertarlo.

Suspiro profundamente antes de salir.

Abro silenciosamente la puerta de aquella mansión con un enorme sentimiento de tristeza, las lágrimas se han determinado a salir , es una noche fresca en el viejo Londres, el frio viento corre helando mis huesos, los relámpagos en el cielo confirman que pronto habrá una fuerte lluvia, inhalo fuertemente y tomo aire para poder continuar , me encuentro corriendo a través del bosque, mi respiración agitada no me permite correr con libertad, pero aun así continuo, porque escucho pasos apresurados detrás de mí, —Ellos se han dado cuenta — pronuncio ansiosa y preocupada acelerando el paso pues esas personas intentan detenerme . —No puedo ser atrapada — me repito a mí misma, escondiéndome detrás de un enorme árbol, cubriendo con las palmas de mis manos mi rebelde boca, que nadamas hace ruidos de dolor.

<<¿Cómo llegué a esta situación?>> me pregunto sujetando mi vestido con mis manos para poder correr con libertad una vez que ellos se han ido, corro lo más rápido que puedo, los árboles y arbustos pasan a un lado de mí como si no hubiere mañana, el sonido de las hojas siendo removidas por mis pies resuenan en todo el lugar.

En mi vida hubiera pensado, que me estaría alejando de ellos, pero era necesario tenía que escapar, tenía que regresar y esta era la única manera. Además, tenía que hacer algo por él...

15 minutos después había llegado al lugar acordado, me encontraba demasiado agotada, pues había tratado de perder a aquellas personas que me seguían y me había quedado sin aliento, se senté sobre la banca de un árbol para descansar un poco antes de llegar con aquel sujeto extraño que me esperaba con la máquina para poder salir de aquí. Hasta que escuché algo que me cayó como un balde de agua fría. Era él.

— ¡Giselle! — gritaba por todo el lugar una y otra vez tratando de encontrarme, pues estaba demasiado oscuro. Se escuchaba molesto, triste, preocupado, pero... no podía regresar aunque mi ser completo me pedía que me quedara ¿O si puedo?

Rápidamente tenía que elegir ¿Debía hacer caso a las amenazas de ese tipo y regresar a mi tiempo o debía quedarme con él? Lo había decidido... aunque sabía que alguna vez me iba a arrepentir de todo esto.


Sueño a Flor de TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora