Capítulo 30: Por favor perdóname

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11 de Abril de 1939

Real corte de Inglaterra

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Peter Mc Hill un gran integrante de la corte real había obtenido todo el poder y dinero gracias a diferentes actos corruptos cometidos en la corte. Sin embargo nadie lo sabía, excepto Jean de Vighers quien se había enterado accidentalmente encontrando un libro con el registro de todos aquellos funcionarios, Peter mc Hill no podía permitir que fuera destruido tan fácil por lo que mandó a encargarse del problema mandando a asesinar a Jean de Vighers robándole el libro, sin embargo cuando estaban a punto de matarlo algo había ocurrido una chica había muerto en su lugar, para la mala suerte de los Mc Hill se decía que no era una chica cualquiera sino que era la hija del duque de Hamilton y la esposa de Evan Wright, sin embargo nada estaba confirmado, nadie había encontrado su cuerpo, ni siquiera el asesino que esa noche volvió a la escena del crimen, por lo que los Mc Hill no estaban seguros de realizar tratos con Hamilton y Wright pues de ser la chica que murió ese día Alice de Hamilton ellos cobrarían venganza contra los Mc Hill, por ello se reservaron hacer tratos con ellos, sin embargo cuando vieron la posibilidad de comprar las tierras de Wright tuvieron que hacer tratos con ellos.

—No podemos hacer tratos con ellos hermano mio — contestó Ricard Mc Hill a Peter Mc Hill en su vieja mansión — Ponte a pensar que si compramos las tierras de Wright y él se llegase a enterar que nosotros asesinamos a su esposa nos acabaría, se robaría la tierra y nuestro dinero, ya sabes lo astuto que es— opino molesto el anciano

—¡Pero no está confirmado! —gritó molesto Peter Mc Hill— No sabemos si en realidad la chica que murió era Alice de Hamilton, dicen que era una chica diferente.

—Pero, no podemos arriesgarnos, es muy peligroso para el plan, bueno, eso si quieres realizar tu plan de robarle poder a la reina— comentó furioso Ricard Mc Hill

—Es un riesgo que tenemos que correr—

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Era una tarde fresca en el viejo Londres, Giselle Andrew, Jean de Vighers y Robert Hamilton se encontraban en el estudio acordando su plan para obtener evidencia alguna de los corruptos Mc Hill, pensaban en la posibilidad de que Giselle asistiera a una reunión junto con el malvado de Wright como lo describía Jean para robar archivos secretos de la casa, estaban convencidos de que si le comentaban a Wright de su malvado plan el no participaría y no dejaría que Giselle fuera con él por lo que acordaron no decirle nada a Evan Wright y decirle algunas mentiras por el bien de todos.

Una vez terminado el plan, todos salieron a sus posiciones Jean se encargaría de hablar con los integrantes de la corte para convencerlos de apoyar su plan, Robert trataría de conseguir un tiempo para charlar con la reina ofreciéndole un concierto de piano y Giselle se encargaría de conseguir la evidencia, lo cual resultaba ser el trabajo más peligroso.

Así Giselle fue preparada, luego de haber tomado un baño le colocaran un hermoso y pesado vestido, le colocaron un collar diferente y colocando maquillaje en su rostro, salió lista al jardín donde la esperaba Robert junto con un carruaje. Mientras que Jean observaba la escena detrás de la ventana del segundo piso. <<Le estoy entregando a Giselle a los leones>> pensó.

—¿Dónde está Jean? —preguntó Giselle dirigiendo su atención hacia la casa — No quiso salir. Sabes que él no está muy de acuerdo con este plan. —Comentó Robert un poco serio. Y una vez que Giselle miro la ventana de Jean ingresó al carruaje. Los caballos comenzaron a galopar levantando un poco el polvo. Y así Giselle comenzó su camino. Esperando que todo salga bien.

Sueño a Flor de TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora