Lucifer solo castiga a los malvados

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-¿Por qué? - no es que le pareciera mal, pero tenía curiosidad.

-Lo están tratando como una desaparición, pero la gente cree que se ha ido de casa, porque ella está preñada.- Scott cogió aire fuertemente atragantándose con el café.

-¡¿Qué?!- consiguió decir mientras expulsaba nata por la nariz.

-Si, embarazada. - Scott seguía sin reaccionar.

-¿Cómo es posible?- dijo él pensando en voz alta.

- Ya sabes , cuando un chico y una chica se quieren mucho...- contestó Kaily a una pregunta que era obviamente retórica.

-Ya, si hasta ahí llego. - se quejó él , casi ofendida por lo seriamente que se lo iba a explicar. - ¿De verdad está embarazada?

-De seis meses .- sonrió ella. -Se la notaba un poco, no tomaba nada de alcohol y tenía el antojo de pipas, siempre le ponía un plato solo para ella.

-¿Y él la ha dejado tirada? - cada vez sentía más lástima por ella y por ese pobre niño.

-Si ,es un maldito cobarde. Aunque... ella dice que no se marchó, sino que una especie de héroe fue a salvarla y se le llevó, o al menos eso le ha contado a la policía. - acabó de hablar y volvió para seguir limpiando.

-Debe estar destrozada... - se lamentó Scott.

-No, ha llamado a algunas amigas con las que hacía años que no hablaba y la están apoyando en esto, ella está feliz.

-¿Estás segura? - parecía un poco inverosímil que estuviese tan contenta de librarse de él y no lo hubiese hecho antes.

- Me ha llegado una invitación para una fiesta del bebé, creo que está rebosante de alegría. - exageró Kaily, a la que cada vez le duraba menos el agradable efecto de lo que fuera que se tomase.- ¿Te vas a poner a trabajar ya?

-Pero si no hay nadie. - dijo Scott mirando a su alrededor.

-Pues prácticas para cuando si haya.- gritó Kaily señalando la cocina, Scott fue aunque sin saber qué debía hacer.