Llegamos al punto de encuentro y parece que nada ha cambiado allí, a excepción de que ahora hay tres huecos vacíos para nosotros. A mi lado derecho está Shane, que a su derecha se encuentra Cinthya hablando animadamente con el chico de antes, que si no recuerdo mal se llama Zach.
A mi izquierda esta un chico, con el pelo castaño claro y los ojos almendrados, casi verdes. Sus rosadas mejillas le hacen parecer más dulce. Me sorprendo por su belleza. No tiene parecido alguno con Shane, ni siquiera en el carácter. Éste se muestra amable con todos, hace bromas e incluso cuenta anécdotas en las que él mismo ha hecho el ridículo. Hasta le saca alguna que otra pequeña sonrisa a Shane, lo cual me parece increíble.
El chico de mi lado sostiene un vaso de plástico en la mano y el sol hace que le brillen sus ojos claros.
En una de sus maniobras para intentar explicar cómo se tropezó con una piedra le cae el vaso, muy cerca de mí, salpicando mis piernas cruzadas.
Rápidamente Shane se gira hacia mí, y el pobre chico muestra una mueca de real preocupación.
- Lo siento mucho... ¿cómo te llamabas?
- Hope.
- Pues lo siento Hope. Espera -dice.
Busca algo con la mirada y coge una servilleta, luego me seca cuidadosamente la zona manchada mientras yo me río a causa de las cosquillas.
- Gracias.
- Oye... se tu horrible historia. Quiero decir, la razón por la que estás aquí -se corrige a sí mismo.
Su nerviosismo me hace reír. Aunque no entiendo por qué, ya que aún tengo la muerte de Juliet en la cabeza.
- David, ve al grano -exige Shane de mala manera.
Le lanzo una mirada para que entienda que eso ha estado muy mal por su parte, pero como muchas otras veces me ha pasado, no puedo fijar la vista en sus ojos por largo tiempo. No sé por qué razón, pero siempre termino bajando la cabeza.
- No estoy informado de que nadie te haya enseñado este pequeño pueblo. Y como suelen decir, no hay mal que por bien no venga. Así que mi idea es que mañana por la tarde quedemos y así puedo enseñarte todo esto -explica con entusiasmo, sus brazos extendidos-. Si tú quieres, por supuesto.
- No puede. -contesta Shane por mí antes de que yo aceptara.
Me giro completamente hacia él con cara de extrañada, pero parece que no me ve. De nuevo soy invisible.
- Nos volvemos a casa.
- Puedo ir a recoger a Hope allí con mi moto -sugiere David.
- A Hope no le gusta montar en moto.
Noto cómo Shane empieza a apretar los puños, y sé que se está conteniendo por no pegar un golpe a algo.
- Pues podemos ir paseando, a mí no me importa -intenta el castaño claro de nuevo.
- David, iré contigo -afirmo-. ¿A qué hora te parece bien?
Estoy cansada de que respondan por mí, y aún me molesta más cuando lo hace Shane, por razones que todavía desconozco.
- ¿A las seis? -pregunta con miedo.
- Genial -digo con una sonrisa misteriosa e intentando ser "sexy" o "apetecible".
Nunca me habían dicho de salir conmigo en citas o ser amigos y quedar los dos solos... Nunca había tenido una experiencia romántica. En parte por mi culpa, pero los chicos de allí nunca se interesaban en "Hope McGuire" tampoco. Yo sólo era "la amiga borde, malhumorada y demasiado tradicional para algunas cosas pero demasiado liberal para otras".
Además, el hecho de que un chico me pidiera indirectamente que saliera con él era muy alucinante.
- ¿Os importa que vaya yo? Con mi cita por supuesto -pregunta Shane con demasiada amabilidad para ser bueno.
Me giro para ver la cara de David, y así descubrir si a él le parece bien. Por sorpresa, me encuentro con unos ojos molestos, y los labios apretados en una fina línea, algo que en el poco tiempo que lo conozco parece ser imposible.
- Voy a ir con Naya -sentencia Shane aún más serio.
- ¿Naya?
- Sí. ¿No has oído bien?
La tensión se respiraba en el aire. Era tan densa que casi podías hacer figuras como si fuera plastilina con ella.
- ¿Quién es Naya? -le pregunto susurrando a David.
Shane me mira, descubriendo así lo que estoy pensando, o eso creo.
- Todos te hemos oído. -murmura Shane en mi oído haciendo que se me pongan todos los pelos de punta.
Gracias al destino vienen Zach y Cinthya corriendo hacia nuestro círculo.
Sus pupilas están dilatadas, sus labios rojos y su ropa un poco desarreglada. Cinthya se muerde el labio con deseo mirando la chico, éste le responde con la misma intensidad y ella se ríe mientras se sienta junto a nosotros.
Simplemente no me puedo creer que sea así, no la juzgo, o intento no hacerlo, sólo me río por dentro.
- ¿De qué hablábais? -pregunta entusiasmada.
- Estábamos esperándote para irnos. -anuncia Shane mientras se levanta.
Lo miro extrañada.
- Será mejor que Hope y tú vayáis yendo con Ruth y las niñas.
Nos levantamos con él, por miedo o simplemente para no hacerlo enfadar aún más. Aunque , por su expresión, dudo que eso sea posible. Yo empiezo a caminar, pero Cinthya muestra más resistencia que yo, y paro para esperarla.
- S, ¿qué pasa? Te ves amargado. -susurra la rubia pasando cerca de él-Vámonos, Hope.
No digo nada, parezco tonta, pero en este momento no quiero mostrar mi carácter. Me doy la vuelta y me despido con un movimiento de mano.
Al fin llegamos a casa. Más cansada no puedo estar, todos mis músculos me duelen, además de que siento como si pesara mil quilos más ya que me es difícil levantar siquiera el pie, tan vez ayudara mi recién shock causado por Juliet.
Shane había venido diez o quince minutos después de que nosotras llegáramos, y así nos fuimos todos juntos. Me pregunto qué habría estado haciendo en esos quince minutos.
Las reacciones del pelinegro cada vez me sorprenden más. Nunca sé lo que va a pasar o cómo se tomará mis comentarios. Él tiene un aura de misterio, y eso le hace más atractivo.
Cualquier persona dejaría pasar ese rompecabezas llamado Shane, a no ser que fueras una persona curiosa. Y yo lo era.
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Spirit. [Terminada]
Teen FictionAño 2116, todo ha cambiado. El mundo está dividido en placas por riqueza, desde la placa A+ hasta la placa F. Todo el mundo parece estar conforme con eso, pero Hope, una mujer que pronto va a entrar en la vida adulta, no soporta su entorno en la pla...