- Niñas, la cena ya está.
Todos vamos a la mesa, como una familia. Siempre he querido tener una así, unida, alegre y realmente peculiar.
Beth y William presiden la mesa, a mi lado está sentada Annie, en frente mía Shane, que a su lado se encuentra Lizzie.
En medio de la mesa hay dos platos de verduras y dos tortillas de patatas, muy grandes.
- ¿Quieres bendecir la mesa? -Me pregunta Beth.
- Oh no, seguro que a alguien le hace más ilusión.
Yo no sé bendecir la mesa, no creo en ningún Dios. A pesar de estar demostrado científicamente unos diez años atrás, habían personas que aún creían en el, pero yo no era una de ellas.
Después de unos minutos de dar gracias al ser superior por los alimentos, nos disponemos a comer.
- Bueno Hope, cuéntame cosas sobre ti. -Inicia la conversación William.
- En Septiembre quiero empezar la carrera de periodismo, me gusta saber la verdad, y sólo quiero que sepan que cuando me encuentren tendrán una generosa recompensa.
- No nos importa demasiado el dinero.
- Igualmente, gracias por todo.
- ¿Cuál es tu color favorito? -Pregunta Annie.
La inocencia con la que lo pregunta me hace sonreír.
- Creo que el rojo, es un color potente.
- ¿A qué edad te dejaban salir y volver a casa a las once de la noche? -Dice Lizzie, esperando un respuesta concorde con su edad.
- No me acuerdo mucho, supongo que a los trece.
- ¡Tengo un año más que ella!
- En la placa C hay mucha más seguridad que aquí, mi toque de queda se sostiene. -Contesta severamente Beth.
Lizzie no se da cuenta de que Beth lo hace por su bien y que eso significa que la quiere. Yo simplemente se lo pregunté a mi madre y ella me dijo que sí, sin preocuparse ni un poco.
- Dejad ya a la pobre, esto no es una entrevista. -Vuelve a hablar Beth.
Comemos mucho. Acabo más llena de lo que nunca he estado, mi madre se pondría furiosa por saber todo lo que he comido.
- Yo estoy cansado voy a irme a dormir ya, encantado de conocerte Hope. -Se despide William.
- Te acompaño tío. -Dice Shane.
- Adiós, y buenas noches. -Contestan Beth, Lizzie y Annie a la vez.
- ¿Quieres que te ayude a hacer la cama? -Me pregunta Lizzie.
- No gracias, sé hacerla yo sola.
Realmente no sé qué imagen tienen de las personas de placas superiores. ¿Creen que por ser superiores tenemos gente que haga las cosas por nosotros? Pues no. Bueno, en realidad sí, pero yo no soy una inútil.
Después de darme el pijama enorme de Beth, mantas para hacer del sofá una cama y enseñarme cómo funcionan todos los aparatos del baño, me puedo duchar tranquila.
Al otro lado de la pared de azulejos color blanco se oye cómo la abuela de las niñas les recita un cuento de memoria.
Suspiro y en diez minutos ya estoy fuera de la ducha cambiada, con el pelo seco y cepillado correctamente en una trenza como cuando mi madre me obliga a que me prepare así todas las noches.
Hago lo mejor que puedo con el sofá para que no me duela la espalda cuando me levante. Y me tumbo hacia arriba. Es cierto que el techo estaba sucio, pero me sentía tranquila. Era una sensación combinada con relajación, confianza y seguridad.
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Spirit. [Terminada]
Dla nastolatkówAño 2116, todo ha cambiado. El mundo está dividido en placas por riqueza, desde la placa A+ hasta la placa F. Todo el mundo parece estar conforme con eso, pero Hope, una mujer que pronto va a entrar en la vida adulta, no soporta su entorno en la pla...