Novena parte: The meet.

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- Mejor, pensaba que te habías olvidado del acuerdo. -Dice cruzando los dedos.

- Por supuesto que no. -Contesta el pelinegro serio. Jamás me lo habría imaginado así.

- Me alegro de que hayas sentado la cabeza por fin. -Responde Simon, mirándome de arriba a bajo. Yo no tengo ni idea de que están hablando.

- Hope, querida, cuéntame cosas sobre ti. -Ahora se dirige a mí.

No sé qué decir. Decir la verdad no es muy recomendable, así que me invento una historia.

- He estado estudiando en la universidad de periodismo, y para vacaciones vengo otra vez aquí con toda la familia, señor.

- Señorita, habla usted perfectamente. Su vestimenta no está muy concorde, pero bien. -Se dirige a Shane.- Shane, has hecho un buen trabajo, así que quiero que esta noche vengáis a cenar conmigo y Gwendolyn.

- ¿Qué? Ese no era el trato, me dabas trabajo en tu empresa de aquí si tenía una novia estable, no si iba a cenar contigo. Y ¿qué nombre es Gwendolyn? -Responde Shane enfadado.

- No quiero más discusiones, y opiniones estúpidas. A las ocho en el Campo Verde. -Dice levantándose de la mesa.- Lo siento querida por presenciar esto, encantado de conocerla. -Habla mientras me mira.

Se va rápidamente por la puerta con sus papeles y todos nos quedamos perplejos.

- ¿Desde cuándo soy tu novia? -Pregunto tras unos minutos de silencio.

- Desde que cualquier chica educada me da trabajo. Hoy vendrás conmigo. -Anuncia Shane.

- ¿Por qué? -Me mira y comprendo que su familia me está cuidando estos días.- Sólo por eso. Yo nunca sería novia de un narcisista.

- Ni yo de una histérica.

- Dejad de discutir, vamos a comer y lo hablamos. -Dice Cinthya.

Después de comer, según dice Cinthya hay tradición de dormir hasta las cinco de la tarde y así poder irte de fiesta con las energías bien altas. Yo, como mi costumbre es leer o hacer deberes y no tengo ninguna de las dos cosas aquí, salgo fuera de la casa donde hay un banco de madera, que juraría que si se sientan dos personas se rompe.

Miro todo aquello, mientras pienso en cómo mi vida ha cambiado drásticamente. Ahora estoy rodeada de hierbas y no de edificios, cerca de bichos y no de grandes empresarios, oliendo a tierra y no a la nueva colonia de Dior, y sentada en un banco que se tambaleaba y no en un caro sillón de diseño. Todos estos años buscando la paz interior, y la he encontrado, así sin más.

- ¿Qué haces aquí? -Pregunta alguien detrás mía.

- Estaba contemplando el paisaje. -Respondo sin mover la cabeza.

Shane se sienta en las escaleras de la casa, al lado mío, a la vez que saca un cigarro y lo enciende.

- No eches el humo hacía mí, por favor.

- Qué sensible. No quiero imaginar cuando vayas al Forrest Festival. -Comenta Shane con el cigarro en la boca.

- ¿Qué es ese festival?

- Es una fiesta de doce horas. Desde las ocho de la tarde a las ocho de la mañana. Hay mucho alcohol, cerveza, chicas, chicos... -Explica con añoranza.

- La cerveza también tiene algo de alcohol. -Le corrijo.

- Hope, no tienes arreglo. -Dice con agotamiento en la voz.

Nos quedamos un rato en silencio, pero no era incómodo.

- ¿Cómo era la ciudad que vivías? -Pregunta sin moverse.

Spirit. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora