¡Rayos!

2.7K 338 46
                                    

Minseok se encogió de hombros y se sentó sobre el regazo de su ciervo "esposo" enredando sus brazos por detrás del cuello de éste, su piel quemaba y sentía un ligero dolor ardiente en la cabeza, su cuerpo estaba realmente sensible.

Luhan rodeó su cintura con sus brazos y lo acercó incluso más cerca de su ser, estaban tan juntos que el magnetismo parecía atraerlos incluso más.- Ahora... ¿Te gustaría cumplirme cómo marido?- dijo seductoramente antes de volver atacar los labios de Luhan.

Comprobar que la locura existe, no sería un problema para el más alto en estos momentos, desea tanto el cuerpo frente a él, que si la voz de su cordura le dijera que pare, que piense bien y que no se aproveche de la situación, pues él en definitiva lo mandaría a la mismísima mierda, por ningún motivo, razón o circunstancia desaprovecharía esta oportunidad, así Minseok lo quiera castrar al día siguiente o descubra su pequeña estimulación pues él disfrutaría de este momento.

-¿Seguro que lo quieres hacer?- preguntó en un susurro al apartarse brevemente, claro está que lo hizo por si el bollo niega los cargos cuando vuelva en sí.

Minseok apartó por completo su cuerpo de Luhan y sonrió maliciosamente.- Oh, vamos Luhan, estoy seguro de que no quieres echar a la basura tu inversión.

-¿¡Qué!?- abrió enormemente los ojos como ciervo escandalizado.- N-no sé de qué me hablas.

-¿Seguro?- el bollo se echó a reír.- Eres tan idiota que ni siquiera te tomaste el tiempo de moler adecuadamente la pastilla.

-Soy inocente.- alzó las manos como si se estuviera rindiendo, el más bajo cruzó los brazos sobre su pecho sin quitar su tan burlona sonrisa.- ¡Rayos! ¿¡Por qué siempre me atrapas!?

-Eres muy predecible, primero me ofreces un vaso de leche, luego te pegas a mí como un Koala y después...- Minseok se calló al recordar sus palabras "Si nuestros padres no hubieran muerto, te habría propuesto matrimonio, uno de verdad.", el bollo se quedó tan inmerso en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando Luhan con mucha agilidad cambió sus posiciones, no fue hasta que sintió su espalda chocar contra la cama que reaccionó.

-Fui sincero.- el ciervo puso todo el peso de su cuerpo sobre Minseok y de inmediato se adueñó de su cuello, aquel cuello blanquecino que ha deseado durante años.- En el pasado, realmente quería casarme contigo.- bajó sus labios hasta el pecho de Minseok y lo mordió provocando que el bollo gritara.

-¡Joder!- gritó antes de alzar la mano y jalar a Luhan del cabello para mirarlo fijamente a los ojos.- ¿Pasado? ¿Por qué querrías casarte conmigo en el pasado?

Se retaron con la mirada por unos segundos, Luhan no respondió, en su lugar besó una vez más aquellos rojos y apetecibles labios.

El bollo en un principio se resistió pero poco a poco se fue relajando, se abrazó al cuello de Luhan para profundizar más aquel delicioso beso, sus lenguas se rozaban y el calor creciente en sus vientres bajos se hizo presente a cada segundo que pasaba, esta vez, únicamente se separaron para quitarse con mucha rapidez la ropa de sus cuerpos, sus prendas yacen tiradas sobre la cama y el suelo haciéndoles compañía cuando la única compañía que quieren sentir es la del contrario.

Vuelven a besarse con prolongados jugueteos, atrayéndose y excitándose incluso más, los mordiscos y chupetones son parte de la pasión que los envuelve, Luhan se posiciona entre las piernas de su "esposo" y empieza un vaivén con sus caderas frotando sus ya crecientes erecciones.

Lame y mordisquea el lóbulo de su oreja y deja marcas muy visibles en su cuello escuchando las quejas del más bajo, pero no le importa, porque quién manda en estos momento es él.

¿Y SI NOS CASAMOS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora