Narra Harry.
–Buenos días, amor –escucho que ronronean en mi oído.
Aun mantengo mis ojos cerrados a causa del sueño, estoy sereno. Mi cuerpo esta relajado y mi respiración es suave, lenta. No quiero moverme, no quiero abrir los ojos, solo quiero disfrutar de las dulces caricias que esta chica me ofrece, mientras construye un camino de besos desde mi abdomen, hasta mi...
– ¿Quién te dio permiso de hacer eso? –sonreí, levantando la tela de la sabana, para echar un vistazo a mi entrepierna.
Allí, estaba Tiffany. Hambrienta de placer, acariciando provocativamente mi miembro, de arriba hacia abajo, a una velocidad lujuriosa. Vaya manera de comenzar el día.
No podía quejarme, lo mejor de pelear con la chica que te gusta, son las maravillosas y salvajes reconciliaciones, así como la nuestra. Tuve una noche bastante activa y todo gracias a Tiffany.
–Solo quiero desayunar –dijo en tono seductor, sacudiendo inocentemente sus pestañas rizadas.
Joder, odio cuando ella utiliza ese tono conmigo, me enciende demasiado. Gran parte del día anterior, lo pasamos en esto, haciendo el amor de una manera desenfrenada. La noche, no fue suficiente para zacear la sed que teníamos el uno por el otro. Fue una hermosa, salvaje y divertida reconciliación.
–Eso no te da derecho a jugar conmigo, así... –gemí, mi voz comenzaba a temblar un poco, gracias a los movimientos provocados por su mano.
Mi amigo, ya estaba más que despierto y preparado para darle de comer a esta chica.
Lo siguiente que ella hizo, me enloqueció, abriendo su boca para chupa la punta de mi erección.
–Oh... mierda –gemí, apartando el cabello de su frente, pues quería ver cada movimiento que realizaba con sus jugosos labios.
Lamio, chupo y movió sus labios alrededor de mi, durante varios minutos, llevando mi placer a mil. Mi corazón se sacudía en mi interior, mi respiración estaba agitada, mis labios ligeramente abiertos, mientras ella continuaba con su atrevido ataque.
Hoy, también sería un día muy activo.
(...)
–Para ser tan joven, eres toda una experta en la cocina, Sophia–le dijo Tiffany a mi ama de llaves.
–Gracias –se ruborizo.
Sophia le sonrió, mientras continuaba preparando el almuerzo. Tiffany ayudaba cortando algunos champiñones para el risotto, mientras que yo cortaba el pan para tostarlo en el horno.
Algo que siempre me ha gustado, es cocinar, y debo admitir que mi talento culinario se lo debo a la mujer que me crio, a mi nana Cynthia. Ella me enseño todo sobre el arte de la cocina, y gracias a eso, aprendí a cuidar de mí y no morir de hambre durante estos años.
La extraño demasiado.
–Me han dicho que el joven es muy bueno cocinando, ¿eso es cierto? –inquirió Sophia, alzando una ceja incrédula.
– Cocina mejor que yo, eso es seguro–respondió Tiffany, haciendo reír al ama de llaves.
–Espero probar algún día la comida del joven –la castaña comento.
Era mi momento de reír.
–Si... mejor espera sentada, ¿quieres? –me burle, haciendo que ambas mujeres rieran. No iba a cocinar para nadie, solo lo hago en situaciones que ameriten mi interés emocional.
ESTÁS LEYENDO
Good For You | EN EDICIÓN
FanfictionUn reencuentro inesperado. Un viejo amor volviendo a renacer. Una pasión desmedida, que no parecía importarle el correr de las horas. Heridas abiertas que beso tras beso, comenzaron a cerrarse. Lo que empezó como clandestino, termino convirtiéndose...