20 ~ Primera Pelea.

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Era cierto, no podíamos estar juntos y las razones por las cuales no podíamos eran obvias.

–Tú, tienes un futuro por delante, un futuro en el que yo no aparezco. Una vida planificada, Harry. No hay futuro para nosotros.

-¿Cómo puedes decir eso? –el artículo, jalando varios mechones de su cabello.

-Harry, yo se que...

-Tú no sabes nada, Alex –me interrumpió. Me estremecí cuando vi sus ojos cristalizados. –Tú no sabes cómo ha sido mi vida, no sabes lo que tengo en la cabeza. Y tampoco el daño que me hace oírte hablar así, no lo sabes.

-Harry, entiéndeme...

-No...-me interrumpió. –Ni siquiera sabes que daño causaste en mi corazón, cuando te vi besándote con Louis. No sabes lo mal que me sentí después de golpearlo. No sabes que me levante esta mañana, lo visite a su casa y me disculpe; ¿verdad que no lo sabes? –Me pregunto, sus ojos estaban rojos mientras trataba de retener las lágrimas dentro de sus ojos.

-No, es cierto –articule. –No lo sabía.

-Bien..., al menos avanzamos en algo.

-Déjate de ironías conmigo, Harry. –Ahora era yo la que sonaba molesta. –Si estas tratando de hacerme sentir como una perra..., pues déjame decirte que no lo lograras.

-No pongas palabras en mi boca que no he dicho. –dijo, elevando su tono de voz, mientras sacudía la cabeza.

-Yo no soy la mala del cuento –no sabía que estaba llorando, hasta que escuche mi voz salir atropellada, chillona. –Yo no soy la deshonesta.

-Y, ¿yo sí? –su mandíbula estaba tan apretada, que me preguntaba si le dolía el rostro.

-Sí, tu sí. –chille, limpiándome las lagrimas de las mejillas.

El sabía que me refería a Tiffany.

-Si vamos al caso, tú también eres deshonesta –el devolvió el golpe con la misma fuerza.

-Cierto –asentí. –Y me siento mal por eso, ¿sabías? -enarque una ceja, mientras esperaba una respuesta, pero solo obtuve a cambio un gesto inescrutable. Por eso añadí: –No, no lo sabes. No sabes lo difícil que fue para mí mentirle a mi mejor amiga, cuando se apareció minutos antes de que Edgar llegara a recogerme. No sabes lo sucia que me sentí... Lo sucia que todavía me siento por estar aquí contigo, mientras ella está en su casa, inocente ante lo que está pasando entre nosotros.

-Yo también me siento mal, Alex. –Y en ese momento, el se quebró enfrente de mí.

Su labio comenzó a temblar, mientras las lágrimas salían desesperadas por sus ojos verdes.

-Pues, no se nota. –ironice utilizando el mismo tono que el utilizo hace menos de un minuto.

Yo también podía ser fría en sus momentos.

-¿Qué quieres que haga, Alex? –chillo, antes de llevar ambas manos a su cara.

No quería seguir hiriéndonos más. Esta era nuestra primera pelea y sabía que habíamos dicho cosas solo para herirnos. Pero no quería que terminara peor. Quería irme a casa y pensar con claridad, lejos de él, donde Harry no pueda nublar mi mente.

Ambos teníamos una herida abierta, estábamos sangrando y teníamos miedo.

-Llévame a casa, Harry. –dije a la final.

-Está bien, pero prométeme que hablaremos de esto después –sus ojos suplicaban una última oportunidad.

Tenía miedo, miedo a que esto estuviera terminando, pero no lo hacía. Algo en mi interior me gritaba que esto era necesario, para comenzar de cero, para comenzar bien.

Good For You | EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora