Narra Harry.
-¿Quién eres tú, y donde esta mi hijo? -cuestiono, con ojos turbios y su voz cargada en reproche.
«¡¿Qué?!»
-Mamá..., ¿qué dices?-me queje, pellizcando el puente de mi nariz.
Me estaba hartando de la conversación, mi madre es demasiado dramática; y honestamente, lo detesto. Detesto que ella sea así. No llevamos ni cinco minutos sentados en el comedor, cuando ya anda montando escenas estúpidas.
-¿Que qué digo? -repone, sacudiendo la cabeza y soltando un jadeo.-Nada... yo aquí, desvariando.
-Mamá...
-No, no te preocupes Harry -ella continúo-. Acabas de llamarme metiche por inmiscuirme en tus asuntos personales, así que, tranquilo, no lo volveré hacer.
Mierda, a mi mamá deberían coronarla como la reina del drama. Estoy seguro que haría más por Inglaterra, que la mismísima vieja Isabel.
-Mamá, lo único que dije fue, "no me gusto que contrataras una domestica sin informarme" -murmure.
-Pero Harry, quedamos en...
-Quedamos en que discutiríamos el tema hoy -la interrumpí-, no que la contratarías sin mi consentimiento.
-Bueno, en eso tienes razón -dijo, antes de darle un sorbo a su taza de café.
No respondí, solo me limite a morder mi sándwich de pavo y queso. Que por cierto, estaba delicioso.
Sophia cocina mejor de lo que pensaba. Hasta el momento, estoy satisfecho con su trabajo, ha preparado un desayuno excelente. Estoy seguro de que, si Alex estuviera aquí, le habría encantado. Adora el sándwich de pavo y queso, aunque su favorito es de tomate y queso. «Alex... ¿que estará haciendo?»
Aun no ha contestado el mensaje, lo cual me molesta y confirma mi teoría sobre cómo se siente. Está enojada conmigo, y no sé por qué. Definitivamente las mujeres son extrañas, impredecibles, difíciles de comprender; pero así nos gustan.
Sé que mi relación clandestina con Alex, cuelga de un hilo. No soy estúpido, ni me chupo el dedo. Ella en cualquier momento me puede mandar a la mierda y hartarse de mí, pero la verdad es que no quiero pensar en eso. Ella no soportara por mucho tiempo engañar a su mejor amiga, y yo tampoco puedo mentirle más. Tiffany no se lo merece.
Bueno, aunque realmente no sé si tenga una "relación", con ella.
Hay temas importantes que han estado rodeando mi cabeza, las últimas 72 horas. Primero, debo terminar con Tiffany, lo sé, ¿pero cómo? No quiero lastimarla, ni mucho menos romperle el corazón, aunque sé que es inevitable. He prometido que, mientras no lo haga, no la tocare, ni la besare, ni tendré ningún contacto físico con ella.
Segundo, ¿debería considerar la propuesta en Manhattan? ¿Debería olvidar mis planes con David y olvidarme de Noruega por completo? Eso aun no he logrado sacar de mi mente.
Para mí, mi carrera es más importante que cualquier otra cosa. Me he esforzado mucho en lograr que la compañía en Bergen, se interese en mí como profesional. Fui un idiota en rechazar la pasantía en Noruega. Creo que me obsesione demasiado con la idea de ir a Nueva York. Todo con la maldita intención, de correr detrás de las faldas de una mujer. Tirando mis esfuerzos por la borda, irónico.
Tercero, me encantaría saber que piensa Alexa de todo esto, pero no he tenido la oportunidad de estar a solas con ella. No la he visto desde el miércoles. Y no pretendo tener este tipo de conversaciones por whatsapp, prefiero que esa en persona.
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Good For You | EN EDICIÓN
أدب الهواةUn reencuentro inesperado. Un viejo amor volviendo a renacer. Una pasión desmedida, que no parecía importarle el correr de las horas. Heridas abiertas que beso tras beso, comenzaron a cerrarse. Lo que empezó como clandestino, termino convirtiéndose...