27 ~ S**o oral

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Un molesto sonido causo que me despertara de mal humor. Era el sonido provocado por un celular, pero no era el mío, sino el de Harry. Trate de cerrar los ojos nuevamente para continuar descansando, pero este seguía sonando. Gruñí, al ver que sería imposible volver a conciliar el sueño y me gire para despertar al dueño del jodido aparato.

Mi corazón se sacudió cuando vi a Harry hundido en un profundo sueño; ¿Cómo podía despertarlo? No podía, era adorable de ver.

Su brazo estaba alrededor de mi cintura y su pierna entrelazada a las mías. Alce la mano hacia él y aparte algunos rizos que le cubrían gran parte del rostro. El necesita un corte de cabello con urgencia.

Su celular volvió a sonar y no me quedo otra alternativa que levantarme e ir por él.

Con cuidado, aparte el brazo de Harry y desenrede mis piernas, para luego, levantarme. Mis labios se curvaron en una sonrisa, al ver como el chico –aun dormido– empezó a buscar mi cuerpo sobre la superficie de la cama, formando en sus gruesos labios un puchero. Tome una almohada y levante su brazo, colocándola debajo de este, para que no se despertara. Acción, que pareció tranquilizarlo.

"Ring... ring... ring" –se volvió a escuchar.

Ese maldito aparato si hace ruido.

Harry tiene el sueño más pesado de lo que creía.

Busque el pantalón del chico, entre la ropa que estaba esparcida en el suelo. Cuando lo encontré, fui directo a su bolsillo y lo tome. Estaba recibiendo una llamada, y obviamente no me extraño al leer el nombre mostrado en la pantalla.

Tiffany M.

Y, obviamente no lo respondería.

Espere a que el teléfono terminara de sonar y coloque el celular en vibrador, sin revisar o leer los 16 mensajes que tenia –seguramente de Tiffany– en su celular.

Volví mi vista a Harry y suspire.

Supongo que no tengo derecho a sentirme celosa, molesta o dolida con este tipo de acciones, ya que, me he convertido en su amante.

Tengo una amiga en Manhattan, que suele decir "Las amantes tienen más ventajas que las propias novias", pero honestamente, aun no se las he visto.

Baje hasta la cocina, para preparar un desayuno ligero mientras Harry continua durmiendo plácidamente.

–Tal vez cereal con frutilla o... ¿beicon y huevos? –pensé en voz alta, mientras abría el refrigerador. –No, mejor ensalada de frutas... no. –sacudí la cabeza y fui hasta una de los estantes.

Decidida, empecé a sacar de la alacena algunos ingredientes para preparar waffles, con beicon y huevos.

Una vez preparada la mezcla, distribuí algunas porciones en la wafflera y deje que se cocinaran mientras freia los huevos y el beicon.

–No sé que me provoca más, si el desayuno que preparas o tu –la voz de rasposa de Harry, causo que me sobresaltara.

Este soltó una risilla al recostarse sobre el marco de la cocina, con los brazos cruzados a la altura de su pecho. Ya se había puesto su jean, pero aun seguía descalzo y con el torso descubierto.

–Me asustaste –murmure, dedicándole una sonrisa de alivio.

–Y tú cada vez me sorprendes mas –empezó a decir mientras se acercaba a mí, sigilosamente– ¿ahora te gusta cocinar desnuda? –pregunto, una vez estuvo frente a mí.

Trague saliva y baje la cabeza para darme cuenta que, había olvidado ponerme algo de ropa. Harry tenía razón, estaba completamente desnuda. En la cocina.

Good For You | EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora