Capítulo 33
1 mes después...
Las cosas iban de mal en peor. Quiero decir tantas cosas que por pena tengo que callar. Me entero de cosas que ni yo misma sabía que había hecho. Tenía amigas que no sabía que ni había conocido. Me pase la mano por mi pelo realmente frustrada. Estaba apoyada contra la encimera de la cocina, me sentí ridícula. ¿Cómo demonios iba a ir a la fiesta que hacía Justin esta noche sabiendo quien iba? ¿Y si me invento una excusa? ¿O digo que me encuentro mal?
Oh vamos _____ no seas ridícula. Pareces una niña pequeña.
Y eso era exactamente lo que era, una niña pequeña. A penas tenía 17 años y me quedaba tanto por vivir y averiguar.
Me dirigí a al comedor y pude ver a Justin con Ryan, Chaz, y Christian sentados en el sofá jugando a videojuegos.
-Hola chicos -salude-
-Hola ____ -saludaron ellos- ¿Juegas? -pregunto Ryan-
-Oh no gracias, solo vine a aclararle unas cosas a mi hermano -este levanto la cabeza sorprendido, puso el juego en pausa, ocasionando que las miradas de los chicos miraran la escena- Esta noche, queda prohibido entrar a mi habitación, y a la de mamá y papá. También a mi cuarto de fotos, ah y la piscina, que ni la miren. No quiero encontrarme preservativos usados cuando entre.
Los chicos estallaron en risa.
-Descuida, lo tendré en cuenta -respondió Justin- ¿Algo más?
-No, solo eso.
Me despedí de los chicos con un beso en la mejilla y me dirigí a mi habitación. Cerré la puerta detrás de mi y me lancé a la cama con mi portátil en las piernas. Me conecte a mi twitter privado y mire las menciones.
@___290 Hey pequeña, ¿Donde te metes?
Mire bien, y era de Barbara. Le conteste con un "ya sabes, en casa aburrida" y a los segundos me respondió.
@___290 C.C ¡AHORA!
Mi móvil comenzó a vibrar, sin mirar la pantalla respondí.
-¿Si?
-Hola muffin. -dijo Barbara al otro lado de la línea, muffin era como ella me llamaba, sin razón-
-Hola Barbi -respondí-
-En cinco minutos estoy en tu casa, no tardes, te quiero.
-Pe...
Y no me dio tiempo a responder ya que colgó. Me vestí en un tiempo record de dos minutos, seguidamente me maquillé, y deje que mi cabello cayera en ondas por mi espalda. Cogí un poco de dinero y lo metí en mi bolso, a los segundos se escucho el motor de un coche aparcar en frente de casa.
Baje las escaleras y me despedí de los chicos. Cuando salí me encontré a Barbi en su descapotable blanco -me reí- la obsesión de Barbara por los descapotables es inalcanzable, toco la bocina del coche y me di cuenta de que me quede pasmada.
-¿Subes o te cojo? -rio ella-
-Ya voy barbs.
Fui con paso apresurado hasta el coche y me subí, le salude con un beso en la mejilla y nos encaminamos al centro comercial.
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