Capítulo 51
-¡Te lo dije! Vamos Niall, búrlate ahora.
España 2 Irlanda 0 aquel había sido el resultado del partido. Todo el comedor había quedado completamente desordenado a causa de la rabia del rubio, el cual no tardó en adentrarse en la habitación dando un portazo.
-No deberías hacer ese tipo de bromas ______, no al menos con Niall, ya sabes como es respecto al fútbol.
Ella viró sus ojos. Claro, ellos siempre podían hacerle bromas, pero ella nunca podía hacer ninguna.
-Está bien- contestó. No quería que su duende se enfadara con ella, después de todo le tenía muchísimo aprecio- iré hablar con él.
Los demás asintieron, adentrándose en la habitación. Caminó hasta quedar frente la puerta caoba de Niall, dudando si entrar o simplemente disculparse mañana, pero entonces ya sería demasiado tarde.
Sin darle más vueltas, dejó que sus nudillos tocaran suavemente la puerta, la abrió, encontrándose la habitación vacía. Frunció el ceño, adentrándose en esta para después cerrar la puerta detrás de si.
-¿Niall?-
Esperó respuesta, pero nada. Pronto escuchó el grifo de la ducha. Genial, ahora tocaría esperar sabiendo que el se tardaba más de veinte minutos. Se acercó con lentitud hasta la puerta del baño, abriendo esta. Un pequeño grito escapó de sus labios. Rápidamente se tapó los ojos, escuchando la risa de él.
-¡Por el amor de Dios Niall, tápate!-
-Eres tu la que ha entrado aquí sin tocar princesita, ahora tendrás que aguantarte por qué yo me voy a duchar- respondió él, adentrándose en la ducha sin importar que ella estuviera allí. Cerró la cortina- ya puedes mirar, no verás nada.
Lentamente apartó las manos de sus ojos, efectivamente ya no podría ver nada, la cortina lo tapaba.
-Quería disculparme contigo Niall, sé que fue una broma de mal gusto. ¿Pero recuerdas cuando los chicos y tú casi me matan viendo esa mi.erda de película?- las escenas de aquella noche se repitieron una y otra vez en su cabeza, haciendo que un pequeño escalofrío recorriera su cuerpo. Giró sobre sus talones, mirando directamente la pared blanquecina del baño, era demasiado incómodo lo que estaba pasando en esos momentos.
Pronto sintió unas manos rodear su cintura, su cuerpo se sobresaltó, dejando escuchar su risa de nuevo, una risa que le trajo demasiados recuerdos.
-Niall...- susurró, dejando que él hiciera cualquier cosa con ella. Los chicos eran sus debilidades, por mucho que lo negara, los necesitaba a todos, absolutamente, a los cinco.
-Sh...- sintió sus labios detrás de su oreja, dejando que un pequeño gemido escapara de sus labios-Sé lo que hiciste con Harry, y lo que haces con Zayn cada noche. Eres una pequeña traviesa _______-
Las grandes manos giraron el pequeño cuerpo de ella, haciendo que sus ojos conectaran. ¿Qué estaba haciendo?
Todos me iban a volver loca.
Pensó. No pudo evitar que sus ojos se cerraran cuando los labios de ambos hicieron contacto, moviéndose en un suave compás. La lengua de Niall lamió su labio inferior, pidiendo paso para poder saborearla, y tan pronto como ella le dejó, comenzó aquella batalla, que des de un principio, conocía más que nadie.
Niall sintió esa extraña sensación en su interior que siempre sentía cuando estaba con ella, cuando la veía, incluso cuando la tocaba. ¿Qué le estaba pasando? Podía asegurar de que aquellos labios se le hacían bastante conocidos. No quería aceptarlo, pero estaba besando a la novia de su mejor amigo con el permiso de él.
El oxígeno era necesario para sus pulmones. Se separó de ella, sin dejar de acariciar su mejilla con el dedo pulgar de la mano izquierda. Sus respiraciones ahora estaban descontroladas, al igual que todos los latidos de su corazón.
-No...Dime que no lo has hecho, por favor-
______ no podía creerse lo que acababa de pasar. Si Zayn te entera de esto, la mataría, la odiaría de por vida.
-No solo yo lo he hecho ______, has seguido ese beso, te ha gustado tanto como a mi, podrás negarlo, pero yo sé que mientes.
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