Todo el día he estado pasando de una empresa a otra, oficinas, distintos negocios, grandes y chicos. Incluso trabajos de medio tiempo en cosas que no son de mi carrera pero nada.
El primero no era bueno, el hombre que dirigía la empresa no parecía de confianza así que decliné. En la segunda decían que necesitaba más experiencia, ¿de dónde iba a sacarla? Llevaba meses intentando sacar la empresa de mi padre a flote y luego me casé. En la tercera iba a aceptar, era perfecta. Bien pagada, horarios flexibles, las personas parecían agradables, lo tenía todo pero hubo un error administrativo y el puesto ya estaba ocupado.
¿Qué se supone que haga? ¿Seguirme manteniendo del esfuerzo y trabajo de James? No, no más. No estudié para eso. De acuerdo, había sido irresponsable y probablemente necesitaba más dedicación pero iba a hacerlo ahora.
¿Qué pasaría si James se harta de mí y nos divorciamos? ¿Y si el cuento de hadas se acaba? ¿Dónde terminaría yo? En la calle de seguro. Y sería así porque ni loca volvería a mi casa para recibir un "te lo dije" de parte de cualquiera de los Cardeen.
—Dios, ¿por qué esto es tan difícil?— pregunto al aire y me siento en una de las bancas del centro comercial. Acabo de tener una entrevista para ser mesera, al parecer tampoco sirvo para eso.
Suspiro pesadamente y miro que mis opciones disminuyen considerablemente, entonces me pregunto qué voy a hacer con mi vida laboral.
Las personas a mi alrededor pasan de manera apresurada. Muchas llevan bolsas en las manos con diferentes logotipos de tiendas distintas. Muchas parejas van de la mano. Muchas personas usan su teléfono. Muchas mujeres llevan niños.
La mayoría son tiernos y chiquitos. Algunos ríen y otros lloran. Uno que otro juega o se distrae con algo.
¿James querrá hijos? Nunca hemos hablado de eso concretamente, bueno, ni un año llevamos juntos.
Yo sí los quisiera. Antes ni siquiera me lo imaginaba, pero ahora creo que sí quiero. Debe ser emocionante comprar ropa, decorar su cuarto, simplemente esperarlo.
Cuando Kendall y yo éramos pequeños, alguna vez lo obligué a jugar a la familia conmigo. Siempre se negó a ser el papá, siempre era el hermanito. Y era divertido darle de comer a mis muñecos y a él. Siempre me gustaron los bebés, pero hace algunos años solamente me imaginaba posible una familia con Mike, y eso de manera lejana. Ahora se ve más real y cercano.
—Debe ser la crisis de la edad— me digo a mí misma y continúo con mi camino.
Pero a pesar de ello sé que soy joven, no es la edad. En el camino sigo mirando a las familias, la mayoría con uno o dos hijos. Algunos se ven cansados pero otros sonríen mucho. Y me agrada pensar que yo sería de los que sonríen. Mi mamá siempre repetía "los hijos son la mejor bendición". Y así debe ser y lo creo.
Sacudo la cabeza un par de veces para despejar esos raros pensamientos, claro que no quiero tener hijos ahora. Y tampoco estoy vieja como para que sea crisis de la edad. Me río de mis pensamientos y oigo a mi estomago gruñir.
Algo de comer no haría mal.
Así que camino a un restaurante cercano, es italiano y me dan una mesa muy rápido.
Leo la carta y me decido por una ensalada, pasta y vino.
Espero al camarero, y cuando llega me dice:
—¿Qué va a ordenar?
Esa voz.
—¿Michael?
🌙✨🌙✨🌙✨
Es pequeño, yo lo sé. Pero es un adelanto. Es como el "pre" de la situación. Porque no todo puede ser felicidad y amor ooooooohhhh noooooo.
Espero que les siga gustando la novela. No les prometo capítulo para mañana, pero pronto sí. 🌝
Gracias por su apoyo. Y POR FAVOR NO OLVIDEN VOTAR Y COMENTAR. 🐰💕
Se les quiereeeee. 🌞
Ayos. 🙌🏼
Atte: AllAroundJustin
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Casada Con Un Desconocido
RomansaCatherina Cardeen es una chica simpática y fiestera. Es rica y no se tiene que preocupar por el dinero. Hasta que su mamá sufre de cáncer y su mundo se va hacia abajo. La falta de dinero orilla a su padre a buscar tratos buenos para poder dar de com...