Casada Con Un Desconocido

9. Estaba y ahora no.

El dolor de cabeza fue lo primero que sentí al despertar, claro además de la boca seca y el dolor muscular. Al abrir los ojos puedo ver las cortinas blancas y largas de la habitación y los rayos de luz que entran por ella. Me giro con dificultad ya que hay un brazo en mi cintura...¡¿brazo en mi cintura?! Al voltearme me encuentro con un dormido James que se ve tan tranquilo que es molesto. Con temor levanto la sábana para ver si nosotros..., al hacerlo me doy cuenta de que no pasó, yo tengo un camisón gris y él la parte de abajo de la pijama. Suelto un suspiro de alivio y recuerdo lo que pasó anoche.

Lo besé, yo lo besé. Y lo disfruté, joder que sí. Aún, si cierro los ojos, puedo sentir sus labios sobre los míos. Ese dulce tacto que me había vuelto loca, ¿qué pasó después?

***Flashback***

Como pudimos llegamos al hotel, entre besos y caminata un fuego de deseo se había extendido por mi vientre, algo que no sentí al estar con Mike.

Subimos al ascensor entre besos y caricias, al estar frente a la puerta de la habitación con trabajos la abrí presa de los nervios y el calor. Al entrar James y yo caminamos hasta la cama y me quito el suéter que tenía encima para comenzar a desabrochar su camisa.

-No, Cath. Espera.-susurra en mis labios tomándome de las mejillas- Así no.

Me suelta, se abrocha los botones de la camisa y se va a sentar al sillón de la sala que hay en la suit, dejándome confundida y excitada.

Habíamos quedado que él dormiría en el sillón, por respeto a...que realmente no éramos marido y mujer por amor. Pero eso se había evaporado en mi al sentir sus labios sobre los míos.

-Duerme conmigo.- susurro avergonzada- No pasará de nuevo.

Él suspira visiblemente frustrado pero se levanta y camina hacia mi.

-Lo siento, preciosa.- murmura en mi oído y luego besa mi frente- Descansa.

Y desaparece de mi vista junto con cualquier rastro de mi borrachera.

***Fin del Flashback***

Mierda, debe pensar que soy una zorra. Primero lamentándome por Mike y luego lanzándome a él. Soy una estúpida. Hasta yo pienso que soy una golfa en estos momentos.

Gruño y cierro los ojos con frustración.

"Ojalá Michael Rosen nunca hubiera estado en tu vida."

Por primera vez desde que terminamos siento algo que no es tristeza, si no odio. Lo odio. Es como si ahora un mounstruo verde viviera en mi ya se hubiera tragado a todas las ovejas de tristeza. Dejando sólo al mounstruo verde y un deseo de matar a Michael. Quisiera ser alguien buena para James, de verdad, quiero agradecerle todo. Claro, después de un mes de odiarlo con toda mi alma ahora estaba agradecida, pero todo había cambiado mucho, y eso en un solo día. Al parecer todos decidieron quitarse la máscara el día de mi boda. Si alguien me hubiera dicho hace un mes que estaría agradecida con James y odiaría a Michael me hubiera reído en su cara, hubiera cortado sus bolas y habría echo que se las comiera con papas fritas.

Me levanto de la cama con cuidado para no despertar a James y voy al baño. Me miro al espejo y suelto un suspiro. Mi cabello rubio está enmarañado, tengo ojeras y creo que he bajado de peso.

"Cambia esa imagen, Catherina. Cambia todo ahora, cambia a la Cath de antes, dale a James una esposa digna."

Le hago caso a la vocecita de mi cabeza y me quito el camisón para meterme a la ducha.

(...)

Son las 9:30 a penas y yo ya me bañé, vestí y arreglé. Después de eso pedí el desayuno para James y para mi y lo pusieron arreglado muy bonito en una mesa con vista a la ciudad.