11. Nuevos compañeros.

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El sol me hace sentir molestia en la piel, como si fuera uno de esos pollos que rostizan. Lo odio.

Me siento en la orilla de la alberca intentando soportar el sol, soy más blanca que la nieve y debo hacer algo para remediarlo.

-¡Bronceador!- digo para mi misma.

Entro a la casa a buscar alguno, pero no obtengo resultado y se me quitan las ganas de broncear mi piel.

La realidad es que estoy muy aburrida, he echo rompecabezas, yoga, natación, vi dos temporadas de American Horror Story y tres de Gossip Girl, hice manualidades, visité a mis papás, hablé con Fanny que está de vacaciones es Miami, salí a caminar, hice ejercicio y fui a buscar un empleo.

Sé que James suda dinero pero tengo que hacer algo con mi tiempo antes de volverme loca, porque ni siquiera puedo hacer tareas del hogar porque hay quién las haga.

Recibo una vibración en el trasero y doy un salto de la impresión olvidando que mi celular estaba en mis shorts.

Es un mensaje de James.

"El día en la oficina es muy aburrido y no hay nada que hacer, ¿qué tal el tuyo?"

Sonrío al ver que su día es igual de malo que el mío.

"Estamos igual. No encuentro que hacer, estoy muy sola."

Me quejo y suspiro porque es la verdad.

Las mujeres de limpieza se mantienen al margen conmigo, sólo hablan de la parte profesional y nada más. Además de que los jardineros y el chofer son iguales.

"Paso por ti en 20 minutos, tengo una gran idea."

Sonrío ante el mensaje de mi marido.

"¿Puedes dejar así porque si la empresa?"

"Es mía, ¿lo olvidas?"

Pero claro, que pregunta más estúpida. Me reprendo mentalmente y me limito a contestar.

"Cierto, te espero aquí, entonces."

Bloqueo el celular y corro hasta el cuarto, saco un vestido negro con estampado de flores color rosa, unos tacones bajos del mismo color del vestido y me los pongo. Para mi suerte me bañé hace poco así que aún puedo arreglar mi cabello para que quede acomodado en hondas cayendo por mis hombros hasta la cintura, debo recortarlo un poco. Pongo sombra rosa en mis párpados y delineo mis ojos con delineador líquido, luego pongo rímel y al final un poco de brillo labial.

Bajo las escaleras hasta la sala para esperar ahí a James. Enciendo el televisor y lo detengo en Bob Esponja, el capitulo donde Bob vende cangreburgers de colores.

(...)

-¿Amor?- la voz de James hace que deje de poner atención a las lenguas de colores de los clientes enojados y gire la cabeza hacia el umbral, donde se encuentra el cruzado de brazos recargado en el marco viéndome con diversión- Bob Esponja, ¿enserio?

-Es bueno.- me quejo sonriendo y levantándome del sillón- Hola.

James sonríe y camina hacia mi con una sonrisa en el rostro. Al estar frente a mi deposita un dulce beso en mis labios que me deja impresionada y feliz.

-¿Fue demasiado?- pregunta cuando nos separamos y me limito a negar con la cabeza.

-Fue perfecto.- le digo con una sonrisa.

(...)

Nos detenemos frente a un centro de adopción de mascotas mientras me pregunto si estamos aquí por lo que creo, si es así seré la persona más feliz del mundo, sólo tuve una mascota en mi vida, a los siete años pero Kendall la mató en un descuido. Era un hámster regordete llamado Kus. Pasamos 4 meses maravillosos juntos hasta que un día deje a Kus en el suelo de mi habitación y fui al baño y cuando regresé el pie gigantesco de mi hermano estaba encima de Kus causando su muerte inmediata.

Casada Con Un DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora