20. Sin contexto

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James se había ido a mostrarles a sus primos donde dormirían mientras yo estaba en la sala de nuevo acariciando a Cosmo.

En mi mente rondaba el mismo nombre que hacía tiempo; Sally. Recuerdo que Kendall dijo en nuestra boda que la madre de James y la tal Sally eran unas putas. Pero no encuentro la razón. La madre de James parece una mujer educada y elegante, no sé quién sea Sally pero la manera en la que James la defendió supongo que él no cree que sea así.

Tal vez debería de dejar de darle vueltas al asunto. Finalmente, es parte de su pasado y si fuera importante me lo diría.

Me levanto del sillón para ir a la cama. Necesito descansar y volver a buscar trabajo que no sea en la empresa de mi papá.

Al estar cerca y pasar por la habitación que tiene la puerta entreabierta puedo escuchar que James está peleando con Camelia de nuevo pero esta vez está intentando contener sus gritos.

—Güey, porque te hayas casado no significa que ya todo mágicamente se haya arreglado.— dice ella con la voz cargada de sarcasmo— Estoy segura de que te ha vuelto a buscar.

¿Qué...?

—Si me ha vuelto o no a buscar es mi problema. No te metas en donde no te llaman.

—Eres más imbécil de lo que había pensado. Joder, ¿por qué no vives feliz en tu matrimonio y la dejas a ella a la deriva? ¡Te cambió!— no entiendo absolutamente nada, pero por el tono de voz de ambos sé que no quieren que me entere.

—No puedo dejarla así. Está embarazada.— una alerta roja se enciende en mi sistema y la palabra que acaba de salir de los labios de James se repite una y otra y otra vez. Embarazada.

—Sigue con tu vida. No le debes nada. Además, tu mujer es muy bonita y tengo un buen presentimiento con ella.— ¿le agrado?

—No me la puedo sacar de la cabeza, entiéndelo. Es importante para mí. Cath es muy buena, pero no estoy enamorado.

Y decidí que ya no debía escuchar. Tenía lágrimas acumulándose en mis ojos, y una cayó. Supongo que Cosmo se dio cuenta porque ladró llamando la atención de las dos personas dentro de la habitación.

Ambos me miran, James con preocupación y Camelia con cierta lástima. No puedo dejar que sepan que los escuché.

—Venía a preguntarles si no quieren nada de cenar.— por suerte mi voz parece normal y puedo contener las lágrimas.

—Yo no, gracias Cath.— me contesta Camelia.

—¿Estás bien, amor?— me pregunta James.

Amor. Farsante.

—Sí, ha sido un día largo. Me iré a la cama, buenas noches.— me muevo sin esperar su respuesta con Cosmo pisándome los talones.

Al llegar a la habitación y dejar que Cosmo pase, cierro la puerta y me apoyo en ella para procesar lo que acaba de pasar.

No debería afectarme así. Sé que no. Pero pensé que habíamos comenzado desde cero, que James me quería con él por amor, por estar enamorado de mí como yo creo estarlo de él. Tal vez me equivoqué y lo orillé a una situación de la que no puede salir.

La otra palabra retumba en mi cerebro sacándome aún más de balance. Embarazada. ¿Quién está embarazada? ¿Por qué lo busca? ¿Es de James? Mentalmente hago cuentas y me encuentro con que James pudo perfectamente embarazar a alguien antes de que nos casáramos sin que yo me diera cuenta. Además, todavía tiene meses de sobra para que nazca el bebé y dinero suficiente para mantenerlo sin que me dé cuenta.

Casada Con Un DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora