James me llevó al sofá, me rodeó con sus brazos protectores y dejó besos repartidos por toda mi cara. Me encanta cuando tiene gestos tan tiernos, es adorable.
—¿Lista para contarme qué sucede?— susurra en mi oído, juro que esa voz puede hacer que cualquiera pierda la razón.
Asiento y le cuento mi día. Lo de mi familia, Navidad, incluso que extraño a mis amigos. Pero concluyo diciéndole que con nuestra pequeña familia basta.
—Cath, tal vez deberíamos...— suspira y niega con la cabeza— separarnos un tiempo para que te puedas arreglar con tu familia y amigos.
Lo miro como si le hubieran salido dos cabezas más, ¿qué acaso esta loco?
—No, por Dios, no.— niego repetidamente con la cabeza y me apego a su pecho— No quiero estar lejos de ti, lo que quiero es que mi familia comprenda que las cosas cambiaron.
Nos quedamos en silencio. Puedo escuchar a la perfección los latidos de su corazón, cosa que me tranquiliza muchísimo y me sorprendo intentando contarlos. Él acaricia mi cabello con una mano y con la otra reparte caricias en mi espalda.
—¿Por qué yo no conozco a tu familia? Es decir, los vi en la boda pero nunca hablas de ellos.
Mi mente regresa hace unos meses y recuerdo a la preciosa y refinada señora, un hombre atractivo a pesar de los años, un chico de lo que parecía ser la edad de mi hermano, una hermosa chica de ojos verdes y cabello castaño claro y un pequeño de ojos celestes.
—Oh, no lo sé.— contesta simplemente— Últimamente no lo he visto.
—Deberíamos invitarlos a cenar, o a comer. Me gustaría conocer a tu familia.
—Ellos mueren por conocerte, linda. Están intrigados por saber de la mujer que me robó el corazón.— me río por su elección de palabras y más por la circunstancia en la que nos casamos.
—Bueno pues entonces debes...
Me veo interrumpida por los golpes en la puerta y el timbre sonando como loco. Miro a James extrañada y él me mira de la misma manera. Nadie nos visita y no esperamos a nadie.
—Quédate aquí.— veo la tensión en los ojos de James y se levanta con cuidado. Los sigo con la mirada y quiero ir con él, pero por la mirada que me dirige cuando me muevo sé que no debo hacerlo.
Pasan dos interminables minutos hasta que los golpes en la puerta y el ataque al timbre se detienen.
—Hola Yeimz.— escucho la voz de una chica, ¿qué...?— ¿qué tal la vida de casado?
Escucho pasos y un poco de ruido, más voces se unen hasta que no puedo distinguir y la curiosidad me mata.
Intento limpiar los residuos de lágrimas y arreglo un poco mi cabello para salir de la sala.
Al estar cerca de la puerta no es nada de lo que esperaba ver. Me esperaba a una chica, tal vez la tal Sally de la que mi hermano habló (debo recordar preguntar a James sobre eso), pero en su lugar me encuentro a tres adolescentes. Dos chicos y una chica. Los chicos son gemelos y la chica tiene un gran parecido a James. Todos traen maletas, ¿de qué me perdí?
Todos me miran en cuanto salgo, los tres intrusos me sonríen y parece que mi esposo se va a desmayar.
Cosmo llega corriendo desde la cocina siendo perseguido por Wanda.
—Por Dios, que lindos cachorros.— brama la chica intentando acercarse a nuestras mascotas que al darse cuenta de la intromisión corren a esconderse detrás de mi.
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Casada Con Un Desconocido
RomanceCatherina Cardeen es una chica simpática y fiestera. Es rica y no se tiene que preocupar por el dinero. Hasta que su mamá sufre de cáncer y su mundo se va hacia abajo. La falta de dinero orilla a su padre a buscar tratos buenos para poder dar de com...