El Chico de Venezia

Él es perfecto

-Y también bonita- dijo omitiendo mis palabras. Omaigá. Dijo lo que creo que dijo? No puedo evitar sonreír frente a esas palabras. Me ruborizo.

-Gracias. Tú también lo eres.- dije por lo bajo, un poco avergonzada.

-Te gustaría acompañarme a tomar un café?

-Si, claro.- sonreí.

Caminamos unas dos cuadras hasta un Starbucks, entramos y pedimos dos cafés. Cuando nos lo dieron, nos sentamos en una mesa y comenzó a sonar mi grupo favorito. Tarareé.

-B26?

-Oh! Te gusta?

-Ajam. La literatura, el café y B26.- Dijo y rió. Él es perfecto. -Y dime.. Estás alojándote en un hotel?

-No.. En una casa. -Que no sepa que con mi familia.. Sabrá que soy menor y no volverá a hablarme. -Estás en un hotel?

-No. Tengo un amigo cerca y me presta su casa.

-Eso es genial! Vienes muy seguido? A Italia, digo..

-No en verdad, esta es mi segunda o tercera vez. Vine de niño pero no recuerdo muy bien.

-Esta es mi primera vez en el país. Estoy muy contenta! Siempre deseé conocerlo.

-Aria.. Te parecería bien si te pido tu número de teléfono? -me dijo. Yei! Quiere estar en contacto conmigo!

-Si claro, pásame tu teléfono y agendo mi número.-le devolví su móvil y me envió un mensaje para que lo agendase también.

Seguimos hablando por un rato, pidiendo más cafés, cantando canciones de B26, riendo y pasando un buen rato, hasta que se hizo tarde. Salimos del lugar.

-Aria, me gustaría volver a verte. Te gustaría que te escriba para arreglar algo? - ME ESTÁ PIDIENDO UNA CITA. ESO ES UNA CITA. Me voy a desmayar.

-Si claro! Ha sido un gusto pasar este día junto a ti, Ezra. Hasta luego.- le di un beso en la mejilla, y me encamine en dirección a la casa. Pero algo me frenó. Ezra me agarró del brazo, me volteó y me dio un delicado pero intenso beso en los labios.