Cine

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Faltaba una hora para que tuviese que encontrarme con Ezra. Recién salida de la ducha, me detengo a decidirme por que atuendo usar.

Me vestí con una blusa blanca y una pollera corta marrón. Mi maquillaje constó de una sombra suave marrón, máscara de pestañas, un delicado delineado y brillo en mis labios. En mi cabello realicé una pequeña trenza de costado, iniciada por mi flequillo.

Les dijes a mis padres que iría a ver unas películas en blanco y negro al cine (cosa que es cierta.. Pero omití que iría con Ezra.. Ups), porque sabía que no querrían acompañarme, ya que a ninguno les gusta ese tipo de cosas.

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Estoy a media cuadra y desde aquí logro verlo. Está tan apuesto. Lleva una camisa azul con un pantalón de jean apretado. Voy a babear. Estoy nerviosa, pero aquí voy..

-Hola Ezra
-Hola Aria-dice mientras se voltea- wow.. Te ves muy hermosa.
-Gracias, tú también lo estás.- digo sonriente.
-Entramos? Está por empezar.- Asentí

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Él estaba nervioso, pude notarlo. Apenas comenzó la película, sentí los labios de Ezra sobre los mios, debo decir que me sorprendí, pero al instante le respondí del mismo modo. Abrí mi boca y acaricié su lengua con la mía suavemente. Nos entendemos muy bien, demasiado. Nuestras bocas son como piezas de puzzle que encajan a la perfección, como si estuvieran hechas una para la otra.
De todos los chicos que he besado, no sentí con ninguno lo que Ezra puede lograr, es absolutamente mágico. Es increíble cómo sólo con un beso, mi imaginación puede volar a mil lugares, y el tiempo pareciera detenerse.

No sé de qué trató la película, pues estuvimos besándonos durante todo ese tiempo. Él es tan dulce, divertido, inteligente, apuesto.
Nunca nadie me hizo sentir de esta manera.

El Chico de VeneziaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora