Estaba terminando mi última semana de vacaciones, esa semana previa a comenzar el último año escolar, esa semana posterior a Italia, mejor dicho, a Ezra. Si bien traté de pensar lo menos posible en él, y lo estaba logrando mejor de lo que creía, no podía sacarlo de mi cabeza en un cien porciento. Pero seguiría intentándolo, estando con mis amigas, tomando un café, leyendo libros, viendo películas antiguas, tomando fotografías, escribiendo, o preparando las cosas necesarias para mi comienzo a clases. Sep, eso sería lo siguiente que haría.
Tomé dinero y me dirigí a una gran librería que hay en el centro de la ciudad, en donde me dispuse a encontrar las cosas que usaría en la escuela: cartuchera, cuadernos, lapiceras... Lo básico, pero con mi estilo en ellas.
Habiendo encontrado todo, debo admitir que tarde un buen rato, me dirigí a la caja, pagué, y me retiré, para regresar a mi casa.
A pesar de todo, estaba emocionada por comenzar este último año, ya que se cerraría un ciclo de mi vida. Al terminar el año me convertiré en adulta, así sin más, como automáticamente. Aunque a decir verdad, me considero bastante madura para mi edad, así que no creo que el cambio sea muy impactante, creo que es algo que necesito, algo con lo que me sentiré más cómoda.El día siguiente, se convirtió en mi último primer día de colegio. Me vestí, maquillé, y peiné, y al terminar de prepararme bajé a desayunar. Mike ya se encontraba allí, junto con mis padres.
-¡Aria! Buen día.
-Buen día, mamá, familia.
-Hay tostadas, mermelada, y café, si gustas.
-Claro que gusto, estoy hambrienta- dije sonriendo.
-¿Nerviosa?
-Para nada nerviosa. Emocionada, es la palabra.
-¿Emocionada por descubrir si tienes un nuevo compañero, eh?-dijo Mike, con cara atrevida. Lo ignoré.
-Al terminar el desayuno, los llevo.
-Gracias papá.Y así fue, terminamos de desayunar, subimos al auto, y nos condujo a la escuela. Al llegar, nos despedimos de nuestro padre y entramos. Buscamos nuestro cronograma de horarios y nos dirigimos a nuestras correspondientes aulas. Historia los lunes en las primeras horas, diaj. Empezamos mal, Aria...
En el salón se encontraba Spencer, por lo que me senté a su lado, y hablamos hasta que llegó la profesora O'Higgins.-Oh, Dios, esas dos horas fueron un castigo.
-De no ser por la profesora...
-¡Aria! ¡Spencer!- los gritos de Hanna se escucharon por el pasillo
-¡Ey, Hann!
-Miren, allí está Emily.
-En verdad, física no es lo mío-dijo Em y nosotras reímos.
-¿Escucharon los rumores? Al parecer hay un nuevo profesor que está que arde.
-¡Hanna! ¡Tienes novio!-la regañó Spencer
-Yo también lo oí. Al parecer dictará las clases de literatura, reemplazando a la señora Potter.-dijo Emily
-Oh, no. Había escuchado que se jubilaría, pero no pensé que sería tan pronto.
-Oigan, comparemos nuestros horarios para ver si coincidimos en alguna clase.-sugirió Hanna, y eso hicimos.
Resultó ser que cursaríamos el siguiente bloque las cuatro juntas, el de literatura, y conoceríamos al profesor misterioso.
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El Chico de Venezia
FanfictionAria, una chica normal, tuvo unas largas vacaciones en Venezia, lugar en donde conoció (probablemente) al chico más apuesto e inteligente que podría llegar a conocer. Pero no lo vería nunca más.. ¿O si?