Capitulo 33. La Promesa

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Disclaimer: Los personajes de Avatar el último maestro aire no me pertenecen a mí, sino a Nickelodeon y sus creadores.

Por Crystal Violeta.


Zuko y Aang encontraron un sitio apartado para trabajar sin ser interrumpidos. Después de relajarse y sentarse uno frente al otro en posición de flor de loto, ambos retomaron el procedimiento iniciado con anterioridad.

– Muy bien – dijo Aang – recuerda que los sentimientos negativos pueden bloquear tu energía y disminuir tu control sobre tus poderes, por eso debemos enfrentarlos y superarlos. El primer instinto que poseemos es el de la supervivencia, se relaciona con el elemento de la tierra y se bloquea con el miedo... Piensa en todos los momentos en que has sentido miedo en tu vida.

Zuko exhaló un profundo suspiró y repitió la dolorosa experiencia anterior, pero esta vez, lo tomó con un poco más de serenidad, hasta que llegó al momento de enfrentar su primer Agni Kai.

De nuevo se vio como un niño de trece años, arrodillado en el centro de la arena, mientras la silueta de su padre se acercaba a él y le repetía.

Levántate y pelea, príncipe Zuko.

Zuko temblaba, quería correr, quería gritar, pero no podía hacer nada. Solamente permanecía inmóvil como si sus piernas y brazos estuvieran clavados al suelo. Su corazón parecía que iba a reventar. El momento más doloroso de su existencia estaba por repetirse otra vez y lo único que podía hacer era esperar a que sucediera de nuevo.

– Zuko, recuerda que esto no es real – le dijo Aang – Es un doloroso recuerdo pero ya quedo en el pasado. Tienes que enfrentar a Ozaí.

– No puedo. Él es mi padre. Mira lo que me hizo sólo por hablar fuera de turno...

Entonces se vio arrodillado ante su padre.

No pelearé contigo.

Aprenderás respeto y el sufrimiento será tu maestro.

Ozaí colocó su mano derecha en el rostro de su hijo y al sentir que el fuego quemaba su piel, Zuko empezó a gritar.

– ¡Esto no es real! – gritó de nuevo el avatar – Sobrevivencia, Zuko ¡Recuerda! La sobrevivencia se bloquea con el miedo.

Ozaí todavía mantenía las llamas de su mano, sobre el rostro de su hijo cuando un par de manos se aferraron a su muñeca y desprendieron un fuego intenso que lo obligó a retirar su mano.

¿Qué estás haciendo? – le gritó Ozaí a su hijo – ¡Cómo te atreves!, ¿Es que no has aprendido nada? Voy a enseñarte a respetarme.

En ese momento Zuko se levantó del suelo y mirando a su padre le dijo con determinación.

Ya no soy un niño al que puedas asustar. Ahora soy un hombre y ya no te temo.

En ese momento, Zuko dejó de verse como un chico y adquiriendo su forma actual, dio unos pasos al frente.

Lo que hiciste conmigo fue cruel y estuvo mal, pero ahora voy a ayudar al avatar a derrotarte. Vas a pagar por todos tus crímenes.

¡Eres un ingrato! Tuviste suerte de nacer, pero yo me encargaré de corregir ese error.

Ozaí formó una inmensa marea de fuego que fue directamente a Zuko, quien con un escudo de fuego intentó contener el ataque, pero éste era tan poderoso que estaba desplazando a Zuko hacia atrás, a pesar de sus esfuerzos por frenarse con los pies.

Un Amor Imposible. Zuko & KataraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora