Capitulo 15. Confesiones

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DISCLAIMER. Los personajes de Avatar the last airbender no me pertenecen a mí, sino a Nickelodeon y sus creadores.

Por: Crystal Violeta


– ¡Finalmente, vas a morir Zuzu! – advirtió la princesa.

Con fuego en la mirada, preparó el ataque del relámpago. Acumuló la energía en sus manos y dirigió sus dedos contra el espíritu azul que hacía esfuerzos por levantarse, pero la herida en su pecho lo hizo perder el sentido y al golpear el suelo cayó la máscara que cubría su rostro, al mismo tiempo que Azula dirigía sus dedos contra el corazón del joven caído.

- ¡JET! – gritó ella cuando reconoció al guerrero sin la máscara del Espíritu Azul, pero era tarde. El relámpago se había formado y no había forma de detenerlo. Instintivamente, Azula levantó la mano tratando de desviar el rayo mortal pero sólo consiguió desviarlo unos centímetros, a penas lo suficiente para que no tocara a Jet directamente. Sin embargo, la explosión ocasionada cuando el relámpago se impactó en el suelo causó que el espadachín fuera lanzado violentamente junto con algunas piedras, que lo golpearon y le cayeron encima.

La princesa estaba petrificada. No movía ni un músculo. Los guardias que estaban cerca del impacto se levantaron con dificultad, sacudiéndose el polvo de sus armaduras. Un soldado se acercó a Jet, se arrodillo y verificó si tenía pulso.

– Está vivo – declaró el soldado – pero está malherido ¿Cuáles son sus ordenes alteza?

– Llévenlo con un médico – dijo la princesa saliendo de su letargo – Lo necesito vivo para el interrogatorio.

Zuko corría por el bosque cuando vio al vio al bisonte volador. El príncipe lanzó una ráfaga de fuego como señal. Sus amigos lo observaron y bajaron a recogerlo. Appa emprendió el vuelo y se alejó de la isla Ember.

En su trayecto observaron el barco en donde estaban todos los prisioneros liberados y también algunos habitantes de la Isla, que habían escapado del ataque. A lo lejos, advirtieron la presencia de las naves enemigas. El grupo cambió de rumbo para que la flota de la nación del fuego los siguiera, alejándolos del barco con los fugitivos. Gracias a la velocidad del bisonte, la flota de la Nación del Fuego no logró darles alcance.

Sin embargo, resultaba muy difícil para Appa cargar a tantas personas, por lo que fue necesario que el bisonte se detuviera en una isla para descansar. Aang, Zuko, Sokka y Harú fueron a pescar. Suki y Katara prepararon la comida. El duque y Teo ayudaron en lo que podían. Una vez que Appa descansó, continuaron el viaje.

El grupo regreso al campamento al atardecer. Todos caminaban y reían haciendo bromas por lo sucedido en el festival. Teo les confesó a sus amigos, que le había prometido a Megan que se volverían a ver en festival del próximo año y que está vez bailarían juntos. Así que el joven estaba dispuesto a redoblar su entrenamiento para que pronto pudiera caminar de nuevo. Zuko y Katara caminaban de la mano, para disgusto de Aang. El grupo se quedó inmóvil al observar que en el campamento se encontraba Iroh caminando de un lado a otro con las manos en su espalda.

– ¡Tío! – exclamó Zuko con una sonrisa – ¡Te esperábamos hasta mañana!

Zuko se adelantó para saludar a su tío. Inesperadamente, Iroh lo recibió con puñetazo en el rostro. El príncipe cayó de espaldas al suelo, ante el asombro de todos. Con los ojos muy abiertos Zuko miraba a su tío sorprendido mientras se limpiaba con una mano las gotas de sangre que escurrían de su labio inferior.

– ¡Te dejó solo un par de días y HACES TONTERÍAS! – Gritó Iroh fuera de sí.

– ¡Tío!

Un Amor Imposible. Zuko & KataraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora