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-¿No vas a decir nada?

El tatuado guardó silencio, mirando la ventana por la cual el sol ya se escondía al otro lado entre los edificios. 

-Randal, estoy hablándote.

-¿Qué quieres que diga exactamente, Colby?-Habló casi para sí, pero no tardó en voltear hacia el chico en la camilla a sus espaldas- ¿Estás seguro de que quieres escuchar lo que en verdad voy a decir?

El bicolor con una venda a lo largo de su frente se encogió suavemente de hombros a pesar del montón de tubos conectados a su antebrazo, y el verse obligado a estar recostado en aquella cama una vez más. 

-Tengo una infección alrededor del cerebro, cariño...-Sonrió ligeramente, casi rodando los ojos con ironía- No puedes preguntarme si estoy seguro de algo...

-No es divertido, Col.

-Claro que sí...-Dejó de sonreír, bajando la vista a sus dedos entrelazados entre sí y parpadeando un par de veces- Es divertido cómo te sigo jodiendo la vida, Randy. 

El mayor se vio golpeado por eso, sintiendo que su pecho se presionaba y era incapaz de encontrar las palabras correctas para decir. 

-¿Qué importa ya? Nada tiene sentido de todos modos. 

-Colby...

-Me contaron todo ya...-Se atrevió a mirar a su amado a pesar de sentir sus ojos ya aguados por las lágrimas- Fue mi culpa ¿Verdad? Yo te destrocé, Randy. No entiendo cómo es que...

-Eso no es cierto, Col...

-¡Claro que lo es!-Gritó de pronto, sintiendo que su interior se perforaba con dolor que no era parte de los síntomas de su condición- Yo fui el culpable de perder mi memoria, yo soy el único que se lo buscó. Si no hubiese abusado de esas pastillas no nos habría hecho esto. 

Randal no dudó en encaminarse a la camilla, y sin darle importancia al montón de maquinas que rodeaban a su novio, lo abrazó contra sí con fuerza. 

Colby intentó no sollozar, mordiendo su labio a pesar de sentir una lágrima traicionera caer por su mejilla. 

-Lo siento tanto, Randal...

-No, cariño...-Randy le dio una suave caricia a su cabeza, para a continuación agarrar el rostro del bicolor entre sus manos- No tienes nada por lo que disculparte. 

Sonrió de lado, a pesar de sentirse terrible y destruido. Él haría todo por ayudar a su niño bonito. 

-Saldremos nuevamente de esto. Y estaré aquí todos los días, lo prometo. 

Colby sorbeteó un poco contra su muñeca, rindiéndose a la calidez de las manos de su novio. 

-¿Estarás aquí desde el amanecer?

Randy sonrió de lado, uniendo sus labios suavemente a los de su pareja y disfrutando del sabor de estos al menos por unos instantes. 

-No, Col. Estaré aquí siempre-Dejó una suave caricia en el labio inferior del muchacho, sin apartar aquella dulce mirada de los ojos brillantes de su pareja- No te abandonaré, mi niño bonito. 

Al amanecer ||Ortollins||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora