Al amanecer ||Ortollins||

Especial IV- Con amor, Rami

¡Al fin tenemos el último especial! <3

Como siempre, me disculpo por la demora y espero que lo disfruten.

Como premio, esta cosa es sumamente larga 7u7

En este capítulo aparecerán fragmentos de varias canciones, pero la que dejo en multimedia es la más importante.

¿Qué puedo decir? Amo a Simple Plan con mi vida weón <33

¡Espero les guste!

«Hay algo sobre el modo que te mueves,

cada cosa que tú haces es como

parte ángel y parte peligro.Pero es la clase de peligro que me gustaTú me tienes volviéndome loco

¡Volviéndome loco!»

Golpeé suavemente la puerta con mis nudillos, esperando pacientemente que esta fuera abierta mientras tarareaba feliz una canción que tenía en la cabeza desde que me quité los audífonos.

La puerta pintada de barniz no tardó en abrirse con suavidad, dejando ver a aquella mujer castaña de coleta y brillante sonrisa.

-¡Rami! ¡Es bueno verte!-Exclamó con alegría, a lo que sonreí también en cuanto me envolvió en un abrazo.

-Lo mismo digo, señora Orton.

-¿Buscas a Randy?-Asentí, a lo que ella suspiró causándome perplejidad.

-¿Ocurrió algo malo?-Pregunté preocupado, a lo que sus hombros cayeron al volver a encontrar mi mirada en la suya.

-No he conseguido sacarlo de su cuarto durante toda esta mañana...Ya sabes qué día es hoy.

Lo tenía muy en claro, por lo que mi corazón se estrujó un poco al tan solo dar una pequeña mirada a la ventana de la habitación en el segundo piso de la vivienda.

Hoy se cumplía casi medio año desde la muerte de Colby.

-Tranquila, señora Orton-Le sonreí, ajustándome mejor la sudadera y metiendo mis manos al interior de los bolsillos de esta.-Yo me encargo.

-¿Estás seguro? Sabes lo cabeza dura que es, y estoy empezando a preocuparme de que su padre lo encuentre así también.

Ella me dejó pasar, por lo que murmuré un con permiso, y me encaminé hacia las escaleras que ya había transitado tantas veces.

-No se preocupe-Sonreí por sobre mi hombro, colocando mi mano en el barandal.-Su esposo no se enterará de nada.

Me aseguraría de que ese tipo no se entrometiera en este asunto. Randy ya tenía suficiente con la muerte de su novio, y ese estúpido que se hacía llamar su padre no hacía más que enorgullecerse de que supuestamente se lo dijo todo este tiempo.

Él no sabía nada.

Preferí guardarme esos pensamientos, subiendo las escaleras casi de dos en dos y tratando de apresurarme en llegar al cuarto de mi tatuado amigo.

No era como que me desesperara la idea de verle caer en su depresión, pero ya tenía varias faltas por llegar tarde a mis clases por culpa de Benjamin y su mala suerte; por lo que agregar otra no era muy buena idea si quería aprobar este año.