Al amanecer ||Ortollins||

17

"–Sigo sin saber quien eres"

"–Eso no importa, Col"

Su sonrisa era cálida, pero no podía corresponderla aunque estuviera sosteniendo suavemente mi mano sobre la colcha. 

Intenté acomodarme contra las almohadas, no tardé en sentir un pinchazo de dolor a lo largo del cuerpo y soltar un gemido entre dientes. 

Las fuertes manos de Randal me agarraron con delicadeza, ayudándome a sentarme como quería en la camilla y evitándome sentir más dolor del necesario. 

Era un asco estar de esta forma. 

"–Lo siento"

El tatuado levantó su vista ante mi murmuro entre dientes, sin alejar sus manos de mis débiles brazos mientras me observaba curiosamente. 

"–¿De qué hablas?"

Solté suavemente el labio que aprisionaba entre mis dientes en cuanto mi espalda tocó las mullidas almohadas, sintiendo que el dolor poco a poco se apaciguaba a lo largo de mi ser y podía soltar un par de suspiros. 

"–Lo siento...por ser un tonto a veces. Y por asustarte de nuevo, Randal"

Una sensación de calor extraña se expandió por mi pecho cuando el chico de cabeza rapada sonrió de lado, negando antes de hacer lo inesperado. 

Sus labios chocaron suavemente con la piel de mi frente, depositando un delicado beso al que fui incapaz de reaccionar. 

"–Siempre cuidaré de ti, niño bonito"

Colby dejó que la lapicera reposara temblorosamente sobre la hoja de papel con tinta fresca. Tragó con fuerza, sintiendo que los latidos chocando con sus oídos no le dejaban escuchar absolutamente nada. 

–¿Por qué mierda me estoy sonrojando?