Especial III- Al amanecer

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—¿¡Colby!?—Exclamó el tatuado a lo largo de los pasillos, abriendo cada puerta de cada salón.—¿¡Colby, dónde demonios te metiste!? Maldita sea...

Pero no había rastros del bicolor por ningún sitio. 

Ya pasaba la hora de su terapia semanal, pero para variar se estaba escapando y escondiendo. Era cosa de todos los días para Randal, y aunque amaba mucho a Colby, ganas de darle un buen sermón no le faltaban. 

Aunque también tenía a Rami y a Benjamin ayudándole con la búsqueda, ya habían pasado más de 40 minutos sin resultado alguno. Por lo que esto se estaba tornando un poco desesperante para el tatuado.

Caminó a pisotones hasta el siguiente piso del edificio, moviendo frenético su mirada hacia cada rincón en que su novio se podría haber escondido. 

Su vista no tardó en encontrarse con aquel pelirrubio al que tanto detestaba, viendo que este parecía coquetear con la novia de Phil, April. 

Lo putero no se lo quitaba nadie, y estaba seguro que si el paranoico capitán del equipo de baloncesto se enteraba de esto, probablemente Nemeth no volvería a mover su mandíbula por el golpe que le darían. 

Randy se lo pensó tan solo un par segundos, y tras maldecirse internamente que era la peor idea del mundo, se encaminó en dirección a Nick. 

—Nemeth—Habló con dureza, llamando de inmediato la atención del ojiazul y la morena, la cual pareció mirarle de forma agradecida al interrumpir.

—Hey, Orton—Dijo con aquella coquetería de siempre, ni siquiera notando que April había aprovechado de escapar a sus espaldas.—¿Qué puedo hacer por ti, hermano?

No soy tu hermano, imbécil—Pensó Randy, casi tomando una respiración para mantenerse calmado frente a su juguetona mirada. 

—Necesito que seas serio por un instante ¿de acuerdo?—Nemeth asintió.—Dime ¿has visto a Colby?

—¿A Colby?

A Randal le dieron ganas de golpearse en el trasero, al igual que romperle la nariz a mitad del pasillo. 

—¡Sí, a Colby! ¡Más bajo que yo, tiene una mitad de cabello rubio y es mi novio! ¿¡lo has visto o no!?—Gritó él, dejando que su tranquilidad por fin se fuera al diablo. 

Nick había alzado sus cejas alarmado, pero no tardó en silbar y fruncir una sonrisa en dirección al exasperado tatuado. 

—C-Calma esos músculos, amigo...-Murmuró, alzando sus manos a pesar de que Randy era capaz de matarlo con la mirada.—Sé quién es Colby, es mi amiguito. 

Amiguito mis bolas, te voy a partir la madre como no tienes idea.

—Lo vi corriendo por...—Pensó un par de segundos, volteando chistosamente sobre sus zapatillas mientras fruncía sus labios y entrecerraba sus ojos frente a su alrededor. Finalmente apuntó en dirección al pasillo consiguiente al que se encontraban.—Por allá. Sí, por allá. 

¿¡Y era necesario todo esto!?

—Bien.—Randy se dispuso a seguir su camino.—Gracias, Nemeth. 

—Cuando quieras, cariño. 

Ugh...Lo puto no se lo quita nadie. 

Randal optó por solo rodar los ojos para sí, retomando su ritmo y casi corriendo en la dirección que Nick había apuntado. No tardó en escuchar algunos golpes cerca, girando de inmediato hacia uno de los salones en que la puerta se encontraba abierta. 

Al amanecer ||Ortollins||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora