Capítulo 2

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Los domingos por lo general, me levanto como a las 8, tomo café, y luego salgo a correr por una hora más o menos, pero hoy no tengo ánimos de ir a correr, y tampoco quiero levantarme, por lo que me encuentro en mi cama, con la cobija hasta la barbilla y abrazando a mi peluche de tamaño grande que me regaló Ethan para mi cumpleaños pasado.

Así que aquí estoy yo en mi cama, sin ganas de hacer nada y con el corazón hecho añicos.

Sé que no debería estarme lamentando, ya estoy más que acostumbrada en ver cada fin de semana una modelo diferente en nuestras reuniones, pero aun así no deja de doler cada vez que los veo

Todos los fines de semana, los cinco nos reunimos en la casa de Frank, él vive solo en una casa inmensa, de verdad es grande, aun no entiendo porque compró una casa tan grande para el solo. Sus padres, junto con sus hermanos viven en Carolina del Norte, el decidió venirse a vivir a Los Ángeles cuando cumplió dieciocho años y terminar su carrera como fotógrafo aquí, ahora trabaja para una prestigiosa revista, por lo cual se permitió comprar semejante casa.

El y Ash eran vecinos, así fue como se conocieron, Ash en cuanto lo vio cayó perdidamente enamorada de él, palabras de ella, pero no se atrevió a decirle nada hasta hace dos años, para un treinta y uno de diciembre, estaba bastante borracha y solo así fue como se atrevió a declararse. Luego de eso Frank pudo decirle por fin que también había estado enamorado de ella desde el primer día que la vio. Y bueno desde entonces no se separan, solo para sus respectivos trabajos, hace seis meses Ash se fue a vivir con él, ya que prácticamente pasaba ahí la mayoría del tiempo.

Y bueno se preguntaran como llegué yo a ese círculo tan peculiar, aquí va la historia

Conocí a Ash cuando ingresamos el primer año a la universidad, nos tocaban algunas clases juntas y un día nos tocó hacer parejas, obviamente quedamos juntas, para hacerlo quedamos en reunirnos en su casa. Fui un sábado a su casa, con la peculiaridad de que me di cuenta que su casa quedaba a cinco minutos de la mía caminando. Yo recién me había mudado con mi familia de Chicago por una oferta de trabajo de mi padre.

Desde el principio nos caímos muy bien, Ash es todo lo que yo no puedo ser, ella es directa, no le importa decirle a alguien que le cae mal, o que es un idiota, así de directa es. En cambio a mí no me gusta crear conflictos y si alguien me levanta la voz, trato con todas mis fuerzas de calmarme y no decir algo de lo que después me pueda arrepentir.

Así que al ver que nos llevábamos tan bien, decidimos seguir compartiendo más tiempo juntas, con el pasar del tiempo nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común, nos encanta ir a la playa, aunque no vayamos tan seguido por nuestro trabajos, hacer ejercicio, comer como cerdas, sí, es irónico, pero así somos. Inmediatamente nos hicimos muy buenas amigas, más sabiendo que vivíamos tan cerca.

Un día salimos a correr en la tarde, de casualidad nos encontramos con Frank que también iba a correr, nos caímos muy bien y desde entonces salíamos a correr todas las mañana juntos, hasta que nos hicimos amigos, bueno yo siempre lo vi como un amigo, Ash lo veía como su futuro esposo.

Un día nos invitó a una barbacoa a su casa junto a otros de sus amigos, Ash estaba súper emocionada. Ese día conocimos a Ethan, uno de los mejores amigos de Frank, se conocieron en la universidad.

Ash al verlo se puso en plan casamentera conmigo y estaba más que convencida en que íbamos a ser pareja, no voy a negar que en cuanto vi a Ethan me gustó y sé que yo también le gusté a él porque unos días después me lo dijo.

Intentamos salir unas dos veces, pero al final nos dimos cuenta que era mejor seguir como amigos, nos acoplamos mejor como amigos, los dos somos locos, en el buen sentido de la palabra, por dicha nos dimos cuenta de eso y hasta el día de hoy Ethan es mi otra mitad, él es la versión mía pero en hombre y yo soy su versión en mujer, por eso él es tan protector conmigo al igual que yo lo soy con él, debajo de todo ese cuerpo fuerte y grande se encuentra un chico amable, respetuoso, increíble cocinero y sobre todo con un corazón más grande que él.

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