Capítulo 49

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El domingo no hicimos nada, nos despertamos después del mediodía y solamente porque Peludo no dejaba de ladrar pidiendo que lo alimentáramos. Después de darle de comer, estuvimos jugando videojuegos el resto de la tarde y ya para la noche ordenamos comida china

La semana empezó de nuevo y la rutina regresó otra vez. Había bastante trabajo por lo que los días se pasaban muy rápido. Estábamos miércoles y yo me sentía extraña, como si algo malo fuera a pasar. Por más que trataba de ignorar ese sentimiento, me era imposible. Hasta que no aguanté más y se lo conté a Derek

Nos encontrábamos cenando en el restaurante de Ethan, mientras esperábamos a que el llegara con nuestra comida, le conté

—He tenido un sentimiento estos días para acá, como si algo malo fuera a pasar—Derek me ve frunciendo el ceño

— ¿Malo? ¿Cómo qué?

—No lo sé—me encojo de hombros—trato de no darle importancia pero siempre se mantiene aquí—señalo mi pecho

— ¿Andrea no te ha vuelto a molestar?

—No, ni siquiera me saluda

—Entonces no hay de qué preocuparse. Tú estás bien, tu familia está bien, yo estoy bien, Ethan está bien y seguramente Frank y Ash también, por lo que no debes preocuparte—asiento

—Tienes razón. No debo darle más importancia

—Bien, ya que logré hacerte sentir mejor, iré a ver qué pasó con la comida—dice y se pone de pie

—Está bien

***

Mientras avanzaban los días no lograba quitarme ese sentimiento, que más bien era como un presentimiento de que algo muy malo iba a suceder. Habían momentos cuando estaba muy ocupada en el trabajo que hacían que me olvidara de eso, pero cuando mi mente estaba desocupada, otra vez volvía pero con más fuerza.

Derek notaba que eso me tenía bastante estresada, llamaba a mis padres todos los días para ver si estaban bien, con Ethan era igual. Con Ash y Frank no podía comunicarme porque quien sabe en qué parte del caribe se encontraban, aparte de que no los iba a interrumpir en su luna de miel por mí paranoia

El domingo llegó y yo me encontraba preparando el desayuno mientras Derek y Peludo jugaban en el jardín. Amaba verlo en ese papel. Me encantaba escucharlo reír mientras molestaba a Peludo con sus juguetes. De vez en cuando me veía y me sonreía haciendo que sus ojos se achicaran.

– ¡El desayuno está listo!–dije saliendo al jardín–deberíamos desayunar aquí, nunca usamos esta mesa–añadí colocando los platos en la mesa

–De acuerdo, iré a lavarme las manos y regreso–dice y me da un beso en la mejilla

Desayunamos tranquilamente hablando de cualquier cosa. En la tarde decidí ir con Peludo al parque que queda a unas cuadras de la casa. Tomé su correa y me dirigí a la sala

–Iré a dar una vuelta con Peludo al parque, ¿quieres ir?–pregunto llegando al sillón donde Derek está con la portátil en su regazo mientras revisa unos documentos

–Uh, no lo creo nena, tengo que revisar estos papeles para mañana y estoy bastante atrasado

–No hay problema. Nos vemos en un rato ¿vale?–me acerco a él para dejar un beso en sus labios–no trabajes mucho

–Trataré. Cuídate, Peludo te la encargo ¿bien? Tienes que cuidarla y sobre todo alejar a los idiotas que quieran acercarse a ella–le habla, Peludo en respuesta mueve su cabeza a un lado

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