Capítulo 11

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Tres semanas después...

-Recuerdo un tiempo donde salía a correr los sábados y los domingos-digo pasando mi dedo por su marcado abdomen-tú has cambiado mi rutina-levanto mi vista a él, tiene los ojos cerrados pero en sus labios hay una sonrisa. Al sentir mi mirada, abre los ojos y me ve-...y me encanta-sonrío. Derek no dice nada, en cambio se levanta, con una de sus manos toma mis muñecas y las pasa por encima de mi cabeza, sus piernas las coloca una a cada lado de mi cuerpo y su otra mano la mete por debajo de mi camisa de la pijama. Sentir su mano en mi cadera envía una corriente por todo mi cuerpo

-Y a mí me encantas tu-dice con su voz ronca observándome fijamente. Baja un poco hasta quedar a centímetros de mi boca, instintivamente cierro mis ojos esperando su beso, pasan los segundos pero no llega, por lo que abro mis ojos y sigue observándome con su mirada llena de lujuria. Frunzo mi ceño, el nota mi desespero y sonríe. El muy cínico sabe lo que provoca en mí, por eso se da el lujo de hacerme esperar

Subo una de mis piernas un poco rozándola provocativamente con su erección, logrando que escapen maldiciones de su boca y otras cosas que no entiendo. Sonrío satisfecha

-Eres mala-me dice cuando he dejado de torturarlo con mi pierna

-¿Yo? Jamás-sonrío. En un segundo sus labios chocan con los míos, haciéndome perder la cordura. Eso es lo que logra en mí, que me olvide hasta de cómo me llamo, pero no me quejo, amo sus labios, sus besos. Si no fuera porque ocupamos respirar, no nos separaríamos. Derek suelta mis manos lo que hace que las baje y las ponga en su espalda, él se mantiene encima de mí pero sin llegar a aplastarme, después del beso, coloca su cabeza en el hueco de mi cuello, su respiración me hace cosquillas

-¿Quieres ser mi novia?-dice luego de unos segundos en silencio, su voz salió un poco ronca, por lo que creo que escuché mal. Derek se levanta y me mira, se sienta en la cama y yo lo imito colocando mi espalda en el respaldar

-¿Qué dijiste?-pregunto unos segundos después al verlo detenidamente por un momento

-¿Qué si quieres ser mi novia? Sé que no es la forma más romántica de preguntarlo, pero solo me salió. Ni siquiera me di cuenta hasta cuando ya lo había dicho-lo miro-si no quieres responderme está bien, no hay problema. Digo, si yo fuera tu tampoco me respondería-sonrío, se ve tan lindo. Me acerco hasta él y tomo su cara, le doy un pequeño beso en los labios

-Si quiero ser tu novia-digo por encima de sus labios, se aleja un poco de mí y me observa

-¿En serio?-pregunta dudoso

-¿Por qué lo dudas?

-Pues porque no fue la forma correcta de preguntarlo. A las mujeres les encanta el romanticismo y todas esas cosas

-Bueno, puede que sea cierto, pero me gustó más de esta forma, porque salió natural, no tuviste que ensayarlo-me mira y sonríe-aparte de que no soy mucho del romanticismo, me gusta más que todo se dé natural, sin forzarlo.

-Eres increíble-se acerca de nuevo y me besa, pero esta vez, el beso dura más. Minutos después nos separamos-te amo

-Y yo te amo a ti-me vuelve a besar

-Ósea, ¿no te gustan las flores, y los chocolates o los bombones?-pregunta curioso, sonrío

-Amo todo eso, sobre todo los chocolates-asiente, pero sigue dudoso-me encantan las sorpresas Derek. Si estás pensando otra cosa, no lo hagas. Si me hubieras preguntado si quería ser tu novia en un lugar súper romántico, como por ejemplo, en un salón rodeado de velas y pétalos de rosa y en el centro estuvieras tú con un globo gigante que dijera "¿quieres ser mi novia? Te hubiera dicho que sí, no por los detalles, que igual te hubiera agradecido mucho por haberte esforzado, sino porque te amo. O me lo hubieras preguntado en un callejón al lado de los basureros-reímos-que al igual te hubiera dicho que sí. No importa el lugar, sino que lo hagas porque te sale de aquí-coloco mi palma en su mano

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