Capítulo 26

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Derek

Llegué a las cuatro a la empresa, le mandé un mensaje a Abi avisándole que ya estaba aquí. Mientras esperaba a que bajara, me puse a coordinar el día siguiente. Creo que pasaron unos veinte minutos cuando la puerta de mi camioneta se abría y el olor a flores de Abi llenaba el lugar

—Hola—me dice y luego me da un beso. Pero no un simple beso, sino uno lleno de deseo, obviamente no perdí el tiempo y le seguí. Tomé su mejilla y la atraje más a mí

Su lengua buscando la mía. Bajé mi mano hasta su pierna y la fui subiendo poco a poco hasta llegar al inicio de su ropa interior. Antes de subir más su mano me detuvo y luego su boca dejó de besar la mía

—Aquí no—dice con su voz agitada

—Tú empezaste—le digo. Me da una sonrisa pícara

—Te extrañé, es todo

—Y yo a ti, sobre todo porque estoy muriendo por quitarte este vestido–su risa me alegra

—Ya te dije que hasta en la noche—coloco mi cabeza en el hueco de su cuello y hago un sonido lastimero

—Falta mucho para eso

—Si salimos ya podemos regresar temprano —levanto mi cabeza y le doy un beso en la nariz

—Vámonos entonces—digo y salgo del estacionamiento. Abi suelta una carcajada

***

Llegamos a la casa de sus padres media hora después. La casa es realmente bonita, de dos plantas, con muchas flores en el jardín delantero, y de un color bastante llamativo

— ¿A tu madre también le gusta el verde? —Le pregunto tomando su mano, mientras avanzamos por el camino de piedras hasta llegar a la entrada de la casa, escucho su risa

—En realidad no, mi mamá salió de viaje un fin de semana y mi papá aprovechó para pintar la casa y darle una sorpresa, ya que llevaba mucho tiempo pidiéndoselo. Se fue a la tienda y regresó con este horrible color. Ya te imaginarás el sermón que le dio mi madre cuando volvió —termina por decir y mira la casa—a mí me gusta el verde, pero no este tipo de verde, sino como el de mis ojos

—Tus ojos son hermosos—le digo y le doy un beso en la mejilla

—Gracias

—Creí escuchar voces —dice Henry abriendo la puerta y viéndonos

—Estaba contándole la historia del color verde de la casa—le contesta Abi caminando hacia él y poniéndose de puntillas para abrazarlo—Hola papá

—Hola pequeña. No le menciones a tu madre eso, porque ha estado molestándome con eso para que cambie el color. ¡Ya le dije lo difícil que es conseguir un buen ayudante! O son flojos o cobran muy caro

—Yo le puedo ayudar—me ofrezco, Abi me voltea a ver

— ¿Tu pintas?

—Me ofendes nena, en las reparaciones de los condominios a veces he tenido que ayudar—digo

— ¿No te importaría? —menciona Henry

— ¿Que están haciendo aquí afuera? ¿Por qué no pasan?—dice Mary llegando hasta nosotros

—Derek me está diciendo que él puede ayudarme a pintar la casa, para que así dejes de estarme jodiendo mujer—le dice a su esposa. Mary le da un manotazo en el brazo

—No me hables en ese tonito Henry Matthews —le riñe y luego se dirige a mí. Trato de ocultar una risa— ¿En serio harías eso Derek?

—Por supuesto. No sería ningún problema. Es más si gusta podemos hacerlo este mismo sábado—sus ojos se amplían y luego camina hacia mi abrazándome. Lo hizo tan rápido que no me dio tiempo de levantar mis brazos, por lo que se encuentran a mis costados siendo apretujados por una Mary muy emocionada

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