Solamente Tu

Capítulo 56

Llegamos del hospital poco después del mediodía, Peludo no estaba ya que Dana se lo llevó

—Extrañaba esta casa—digo apenas paso de la puerta

—Tu casa—sonrío

—Nuestra casa—menciono. Derek sonríe y me da un pequeño beso

—Nada aquí es lo mismo sin ti

Observo la sala de estar y todo sigue como la última vez. Y eso que fue hace casi dos meses

— ¿Sabes que quiero hacer?

—Dime

—Decorar la casa con luces navideñas y poner un gran árbol justo ahí—digo y señalo una esquina de la sala. Escucho la risa de Derek

— ¿En serio?

—Mhm-jum. Pero no hoy, quiero dormir. Necesito terminar este tratamiento rápido. Sólo me hace dormir todo el día. Y comer como si no hubiera un mañana ¡Voy a subir de peso!—me quejo

—Igualmente tienes que recuperar tu peso.

—Sí, pero quiero mi peso normal no aumentar de más—menciono en medio de un bostezo— ¿Ves? Ya quiero dormir

—Ven, te llevaré a la cama—dice y me toma de las piernas, alzándome

—Yo puedo caminar

—Lo sé, pero quiero llevarte yo

—Bien—sonrío

Sube las escaleras conmigo en brazos, llegamos a nuestra habitación y no puedo evitar recordar la última vez que entré ahí. Derek lo nota ya que me tensé. Lo observo y me baja justo antes de entrar

— ¿Estás bien?

—Sí, es solo que...—hablo y observo la puerta—nada—me encojo de hombros

— ¿Segura?—asiento

Abre la puerta y entramos. Todo sigue igual a excepción de un peluche que está en medio de la cama. Me lleva a la cama y me hace sentarme, se agacha frente a mí y empieza a quitarme los zapatos

Cuando ha terminado, me indica que me acueste, me pone la manta encima. Me deja un beso en los labios pero antes de que se vaya lo tomo de la mano

—No te vayas—pido

Derek asiente con la cabeza y toma asiento a mi lado

—No me iré, me quedaré a tu lado hasta que te duermas

—Gracias

Cierro mis ojos y sólo me relajo cuando siento su mano hacerme caricias en mi espalda. Desde que desperté del coma me cuesta conciliar el sueño, las pastillas me hacen querer dormir todo el tiempo, pero cuando estoy durmiendo las pesadillas me atacan y me veo dentro del auto el día del accidente. Por más que trato de ignorarlo me es imposible, muchas veces me despierto en la madrugada llorando por lo mismo

El miedo que sentí en ese momento de no ver a mi familia, de no ver a Derek, lo revivo cada noche desde que abrí los ojos de nuevo.

Derek se acostaba a mi lado en la camilla del hospital para calmarme. Muchas veces pasaba ahí conmigo hasta que lograba tranquilizarme y luego de lo cansado que estaba se quedaba dormido a mi lado. Sé lo incómodo que estaba pero no decía nada, nunca se quejaba y se lo voy a agradecer siempre, por más incómodo que estuviera no me dejaba sola

Y ahora aquí estaba de nuevo a mi lado, hablándome al oído, diciéndome que siempre iba a estar a mi lado y que no iba a permitir que volviera a sufrir nunca más