Solamente Tu

Capítulo 32

Derek

Llegue a su apartamento a eso de las seis y cuarenta. Toque su puerta y pacientemente esperé mientras escuchaba bulla del otro lado

– ¡Ah, maldición!–frunzo mi ceño ¿Qué estará haciendo? Abi abre la puerta y se dobla sobándose el pie

– ¿Qué estabas haciendo?–pregunto sonriendo

–Cuando venía a abrir me di un golpe en el dedo chiquito del pie–asiento. Entro y Abi se va hacia su habitación cojeando. Sonrío. Camino hasta su refrigeradora y saco una cerveza

– ¿Te falta mucho?

–Ya casi estoy lista–alza su voz

Camino de regreso a la sala y enciendo el televisor. Pongo un partido de básquet. Unos diez minutos después llega Abi con un zapato en cada mano

– ¿Negros o beige?–me quedo viendo sus manos de un lado a otro ¿en serio me pregunta eso? Como mierda voy a saber qué color le va mejor. La cara de desesperación de Abi me hace dar una respuesta dudosa

–Uhm... ¿negros?–Abi se queda viendo los tacones de color negro y luego a mi

–Negros serán–se agacha y me un beso en los labios–gracias

–Un placer–levanto mi cerveza

Regresa de nuevo al cuarto, reviso mi celular y ya tendríamos que ir saliendo–Nena ya tenemos que irnos

– ¡Ya voy!

Unos minutos después, sale de nuevo de su habitación ya lista

– ¿Cómo me veo?

Hago un escaneo de su vestimenta y se ve malditamente sexy

–Exquisitamente hermosa

–Gracias

Salimos de su apartamento y una vez dentro de la camioneta empieza a hacer muchas preguntas

–Nena, tranquilízate–sonrío–son mis padres, ya los conoces. No tienes por qué estar nerviosa, ellos te adoran

–Aun así–tomo su mano y entrelazo nuestros dedos. Hago pequeños masajes con mi dedo pulgar sobre su mano. Cambio de tema para que deje de pensar en eso

***

Me estaciono detrás del auto de Michael. Ayudo a Abi a bajar del auto, su nerviosismo volvió

– ¿Y si no les gusto como tu novia?

–Cariño...

– ¿Y si prefieren verte con tu antigua vida en vez de sentar cabeza en una relación?–entrecierro mis ojos

– ¿Qué padre va a querer ver a su hijo con mi antiguo estilo de vida?

–Ah... no lo sé. Si...

–Nena–tomo su cara entre mis manos–deja de pensar eso. Mis padres están felices de saber que estoy contigo–junto mis labios con los de ella, la beso lentamente para quitarle todo nerviosismo– ¿estas mejor?–pregunto por encima de sus labios. Asiente

–Mucho mejor

–Bien–tomo su mano–vamos

Caminamos hacia la entrada y no toco, abro la puerta. Pasamos el recibidor y en la sala se encuentra mi hermana pequeña, Dana, en cuanto me ve se levanta del sillón y corre a abrazarme

–Hey, enana

–Qué bueno que viniste. Te extrañaba

–Y yo a ti–me suelta de su agarre y sus ojos se fijan en Abi