Capítulo 36

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Abi

Después de semejante ducha junto a Derek, salimos de su casa a eso de las ocho de la mañana. Todavía no tengo ni idea de hacia dónde vamos, la única pista que me dio fue que es en la playa

– ¿En qué momento hiciste mi maleta?–pregunto

Ya que cuando le dije que debíamos ir a mi apartamento por mi ropa, su respuesta fue que ya estaba lista e incluso mi maquillaje y todo lo necesario e indispensable para una mujer

–Yo no la hice. Fue Ash. Ella fue con Frank a tu apartamento cuando tú estabas bailando con Mike–hago memoria pero es difícil recordar después de haber bebido tanto

– ¿O sea que ellos saben a dónde vamos?–asiente

–Ellos, Ethan, mis padres, tus padres–lo vuelvo a ver

–O sea todos, excepto yo

–No quiero que nos molesten, por eso lo saben–es su respuesta. Mi estómago se contrae, pero de amor

Definitivamente mi novio es perfecto. Observo su perfil y es hermoso, mas con su gorra hacia atrás, sus gafas, se ve malditamente caliente

Sigo viéndolo sin importar que me esté dejando ver como una acosadora. Pero ¿me pueden culpar? Si algo me encantó desde que lo vi fue su imponente figura, su seguridad al caminar, que no le importa llamar la atención de las féminas cuando pasa frente a una. Su altura me encanta, sé que debo de verme como una pitufa a su lado o su llavero pero no me importa. Porque amo tener que ponerme de puntillas para besarlo, me encanta que él pueda alzarme con una agilidad increíble. Dicen que todo entra por la vista, y bueno yo amé su físico en primer lugar, no voy a mentir, pero ¿qué mujer va a decir que no se fijó primero en su físico antes de su interior? Los hombres se van primero al cuerpo, ¿porque si uno lo hace es malo? Suena muy superficial pero es cierto. Todo ser humano se fija en lo físico, no me pueden decir lo contrario

Y ahora saber que ese hermoso físico es complementado con su maravilloso ser interior, ¿qué más le puedo pedir? Me saqué la lotería con él

—Deja de verme así—me pide. Sonrío

— ¿Por qué? Tengo derecho a verte

—Sí, pero me estás viendo como si me estuvieras desnudando

— ¿Y eso es malo? —me vuelve a ver con una sonrisa ladeada

—Lo es cuando estoy manejando. Porque entonces voy a querer detener el auto y querer hacerte el amor a un lado de la carretera—oh Dios—y tú mereces más que eso—vaya ¿hace calor? Vuelvo mi vista a la carretera

—Bien, no te veré más de esa forma—susurro. Derek ríe

—Bien

***

Unas dos horas y media después creo que hemos llegado porque puedo ver el mar. Derek se desvía de la calle principal y toma un camino de piedras donde una cerca de árboles grandes y frondosos está a cada lado de la carretera. Maneja unos veinte minutos hasta que al final de la calle se ve una casa grande de dos plantas. Tiene un portón de verjas negro que por lo menos mide unos cuatro metros de alto. Conforme nos acercamos puedo ver que el lote es mucho más grande

—Vaya, este lugar es hermoso—menciono embobada viendo el lugar

—Espera a que veas el interior

Derek toca un control inalámbrico y el gran portón se abre. Mientras esperamos me fijo alrededor y hay más casas igual de asombrosas que esta. Lo mejor de todo es que las casas están situadas en un peñasco y el inmenso mar con su color turquesa se deja ver en su maravilloso esplendor

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