Solamente Tu

Capítulo 7

Derek

Qué difícil es encontrar una buena empresa de construcción, debe ser porque es domingo, pero los que he encontrado cobran un ojo de la cara, ni siquiera tienen que hacer tanta cosa. Después de ir a la estación de policía, me dediqué a buscar empresas, pero no he tenido suerte. Ya son las cuatro de la tarde y voy camino a una cafetería a encontrarme con un tal Saúl, que es dueño de una pequeña empresa. Según su página web tiene muy buenas recomendaciones.

Llego a la cafetería y me estaciono en frente, bajo de la camioneta y entro al lugar. Es bonito, grande y pintoresco, busco a alguien que se me parezca al señor de la foto de la página web

-¡Señor Jones!-dirijo mi mirada hacia la persona que me llama, odio que me digan señor Jones, el señor es mi padre, no yo

Camino hacia el hombre que se encuentra en una de las mesas del fondo

-¿Saúl Vargas?

-El mismo-extiende su mano hacia mí-es un placer señor Jones

-Dígame Derek, el señor Jones es mi padre-asiente-e igualmente, es un placer

Tomamos asiento y rápidamente le digo lo que pasó y lo que quiero que haga. Me agrada, realmente pone atención a lo que necesito, no es como los otros presuntuosos con los que me reuní, lo único que querían era el dinero. Pasamos como una media hora más hablando del presupuesto, al final termino contratándolo.

Nos despedimos y cada quien toma su camino, llega mañana a hacer el trabajo. Ayer después del robo tuvimos que pegar unas tablas para tapar el hueco que quedó. Siento un peso menos al saber que ya mañana queda arreglado ese asunto

Camino hacia la casa, me llega un mensaje y justo en ese momento me paro frente al semáforo en rojo, por lo que aprovecho para verlo, es de Abi, inmediatamente una sonrisa se pone en mi cara

Hola!, ya voy saliendo de casa de mis padres. Llego como a las seis a mi departamento... ¿te parece bien a las siete y treinta?...Quiero verte J

Respondo al instante

Hola hermosa! Me parece perfecto, te veo a esa hora. Maneja con cuidado... también quiero verte 

Presiono enviar y justo en ese momento cambia el semáforo, y un imbécil empieza a sonar la bocina. Arranco el auto y avanzo lo que me falta para llegar a la casa. Estoy muy feliz como para que ese idiota me quiera arruinar la felicidad. Llego unos diez minutos después, dejo la camioneta al frente y bajo. Sé que Abi dijo que nos veríamos a las siente y treinta, pero es demasiado tiempo para mí, así que mejor me alisto y la espero afuera de su apartamento, me doy una ducha rápida, al salir busco un jean oscuro, una camisa blanca y una jacket de cuero

Veo que ya son las seis, así que salgo de la casa.

Me subo a la camioneta y arranco hacia el apartamento de Abi, pero antes me estaciono frente a una floristería que hoy está abierta.

-Buenas tardes joven, ¿en qué le puedo ayudar?-me dice una señora de mediana edad cuando entro

-Ah buenas tardes. Quiero un ramo de rosas, las mejores y más grandes que tenga, por favor-con una sonrisa amable asiente con la cabeza y empieza a hacerlo

-Imagino que son para alguien muy especial-me volteo a responderle ya que estaba observando otros ramos

-Sí, lo son-no puedo evitar que una sonrisa se instale en mi cara

-Me alegro que todavía hayan jóvenes como usted que se preocupan por los pequeños detalles, como son las flores-no sé cómo responder a eso, así que solo sonrío y asiento. Pasan unos minutos más y luego me lo entrega. Quedó hermoso, espero que a Abi le guste. Le pago y salgo de la floristería