Capítulo 10

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Tomo un largo suspiro, hoy es mi día de descanso, no me siento muy feliz de estar en casa, estoy encerrada en estas cuatro paredes sin hacer nada, no es que haga mucho, había pensado en salir pero para que, si ni amigos tengo, ir a ver una película para que si la puedo ver en mi computadora, mi madre no está así que es un buen pretexto para no dejar la casa sola.
Extraño a mis compañeros de trabajo, menos a la bruja y su querida prima la brujita menor, quiero reírme de las estupideces de Esteban.

Tomo mi celular y les mando un mensaje al grupo donde estamos los cuatro fantásticos.
Crystal, Esteban, Alex y yo.
Sí Alex está, pero ni habla la última vez que hablo fue para decir que dejáramos de hablar, por qué al día siguiente llegaríamos tarde y nos estaríamos durmiendo, lamentablemente todo lo que dijo se hizo realidad.

B: Chicos espero no me extrañen.

C: Te queremos de vuelta, Alex anda de un humor de perros.

E: Opino lo mismo, creo que debes de venir a comprar algo, a ver si así se le bajan los perros.

Me empiezo a reír de las estúpideces que dicen y un suspiro sale de mis labios.

A: Creo que no se han dado cuenta de que yo estoy en el grupo. Póngase a trabajar.

C: Mierda perdón.
Dice Esteban que no va a decir nada. Adiós Beatríz.

A: Nos vemos mañana, Beatríz.

B: Nos vemos, Alex.

Mi corazón está a mi por hora y solo fue un mensaje, si hubiese sido en persona me muero de seguro.
Cómo con tan solo un "nos vemos mañana" hace que quiera que las horas pases corriendo para estar en mi trabajo con Alex y claro mis amigos.

Para no sentirme tan desanimada, tomo un libro de mi estantería y y me dirijo a uno de los muebles que están en la sala para leer un rato.

Creo que no pasan 10 minutos, cuando paro mí lectura, no me puedo concentrar viene como siempre a mi mente Alex y me enojo por eso, quiero dejar de pensarlo solo por una vez pero no, esté viene comos siempre y me interrumpe mi sagrada lectura.
Me pongo a pensar de la última vez que tuvimos una conversación que duró un poco más de 5 segundos, me empiezo a reír esa plática fue algo rara, el elevador estuvo presente, mi sonrisa creo que no puede ser más grande, como un simple recuerdo hace que te cambie el autoestima, lamentablemente esta desaparece ya que Alex últimamente a estado muy serio, se aleja de mí, casi no hablamos más que un hola para luego desaparecer de mi vista, es tan reservado, es una cajita llena de sorpresas y yo encantada esperando para descubrirlas.

Mi mente regresa al planeta tierra cuando mi madre llega a casa con una gran sonrisa, alejo los pensamientos de la cajita de Alex y centro toda la atención en la mujer que está parada frente a mi.

-Hija, te tengo una gran noticia- la observo con una gran sonrisa y se que lo que viene no me gustara para nada.

-David me ha propuesto matrimonio - el libro que tenía y en las manos cae al suelo haciendo ruido.

Tomo una respiración profunda, mi madre mira el libro que está en el suelo y luego a mi con su ceño frunció y sus labios en una fina línea.
No la puedo mirar en estos momentos, no con esa brutal noticia, mi mente se desconectó, mis ojos se llenan de lágrimas ese moustro esta cumpliendo lo que quería, destruirme.

-Beatríz ¿que es lo que sucede?- me habla confundida- pensé que está noticia te haría feliz, estoy finalmente reaciendo mi vida, David es un buen hombre, me quiere como yo a el y quiere ser un padre para ti, juntos formaremos una familia.

Esas palabras simplemente me causan asco, saber que mi madre lo quiera eso no importa pero que diga que quiere ser un padre para mí, eso ni de broma.

-Madre ese hombre no es lo que aparenta ser, el no te quiere sólo te está utilizando, el me quiere lastimar.

Estoy molesta y asustada a la vez, como es que mi madre no sé de cuenta de todo esto, odio a ese hombre pero ella no me escucha, ignora todo lo que digo.

Un fuerte golpe me hace tambalear​, toco el lugar donde lo recibí, mi pobre mejilla duele y arde y es cuando mi subconciente me manda mensajes, no lo puedo creer, mi madre me a golpeado. Me quedo quietpa sin moverme puedo parecerme estúpida, no la reconozco, ella esta furiosa es como un volcán a punto de dar erupción.

-Cállate- grita, se acerca más a mi- lo que tú tienes son celos, me quieres quitar a David y no lo niegues niña, se que es por eso y si me doy cuenta como te mira pero tú tienes la maldita culpa, así que no vengas con tus mentiras.

-Por dios mujer escuchate, como me puedes hablar asi, yo que soy tu hija, de tu sangre, yo no tengo la culpa de nada- trato de hablar fuerte pero todo lo que digo solo salen en susurros.

-Sabes por que te quite a Javier- me quedo de piedra al escucharla hablar- por que tu me quitaste a Robert, ya quedamos a mano, no crees.
Ahora vienes queriéndome quitar a David pero que crees eso nunca sucederá por que el me desea a mi, no a ti. No eres lo suficiente mujer para un hombre- desconozco a está mujer, su rostro enrojecido con lágrimas en el, con sus manos en puños, gritandome. Ella no es mi madre.

Cada palabra que sale de ella son una puñalada más a mi corazón, duele de una manera inimaginable.
¿Cómo es que hemos llegado a esto?, ¿cómo puede ser que una madre trate así a su hija?.

Ella es como una robot, no siente el daño que está causando en mi, yo necesito una caricia, un beso, un abrazo que diga que todo estará bien, no recuerdo cuando fue la última vez que me lo dijo, no recuerdo cuando fue una madre se verdad.

-En que te has convertido, tu forma de ser conmigo, como me hablas, como me miras y tratas, perdóname por darme cuenta hasta ahora de cuál era la razón, jamás quise quitartelo, yo también lo amaba el era mi único hombre en mi vida, mi todo, el era el mejor papá que yo hubiese querido tener, tú no eres la única que sufre aquí, yo también lo sufro, también me siento culpable de que muriera pero sabes una cosa nadie tuvo la culpa de esto ni tú ni yo, el único culpable fue ese maldito hombre borracho que se atravesó en nuestro carril por el es que el día de hoy mi padre no está con nosotras.

Parezco río mis ojos no parar de sacar esas lágrimas que tanto guarde, decido irme a mi habitación con un poco de paz he sacado lo que había guardo en mi mente y corazón.
Mi misma madre me ha lastimado, traicionado, culpado de la peor manera posible y eso jamás se lo perdonaré.

Mi jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora