Capítulo 27

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- No - un grito hace que quiera abrir mis ojos pero no puedo estoy muy débil solo puedo escuchar voces cada vez más cerca.

- Ella me quito todo - escucho pasó rápidos.

Más coches han llegado parpadeo para ver algo pero sólo veo luces de colores que atraviesan la ventana de la habitación.
Que está sucediendo me pregunto en silencio.

- No le hagas daño - una lágrima escurre por mis ojos, la voz que tanto quise escuchar ahora está allí y no lo puedo mirar.

- Que no le haga daño, está maldita niña destruyó todo lo que desee y tuve.

- No, ella no sabía nada, tu no eres su verdadera madre, eres su tía, el accidente que tuvo su padre no fue culpa de ella.

- Por favor, ella le pido a Robert que la fuera ver jugar, yo le dije que no fuera que se quedará conmigo pero no me escucho prefirió largarse con su hija y para que para morir, por ella el murio, esa maldita destruyó todo.

- Ella es tu única familia.

- Ella no es nada para mí, desde que nació la odie, me alejo de Robert y de mi hermana.

- Por favor, dejala ella no tiene culpa.

- Haré lo que ella hizo conmigo la haré sufrir y sabes tu por meterte en nuestras vidas, serás el que sufrirás más.

- No, sueltala.- la voz de Alex es con miedo pero no lo demuestra.

- Alejate o la mato - siento que me agarran del brazo bruscamente.

- No - es lo último que llegó a escuchar y por un momento siento que ya no tengo vida.

Después de ese grito sólo llege a escuchar un disparo deje de respirar, será que ya todo acabo, dejaré de sufrir, pero y Alex mi amor, el sufrira por mi, me doy cuenta que eso fue siempre lo que quizo esa mujer, quería hacerme daño y lo hizo, logro hacerse pasar por otra persona, ahora la recuerdo mi madre ella murio en cama pero siempre me dijo que a pesar de todo la vida sigue, las cosas van y vienen pero lo único que queda hacer es disfrutar como si este fuera la última vez.

- Beatríz, mi amor despierta - su voz se escucha lejos pero cada vez más cerca.

- Alex - de mis labios sale su nombre, tengo mi boca seca pero puedo lograr hablar.

- Mi amor.

Al fin logro abrir mis ojos no del todo bien, pero lo veo el, está todo despeinado, su mirada triste y alegre a la vez con lágrimas en ella, sus labios que tanto me provocan ahora están secos y temblando, mi amor está sufriendo por mi y se que me debe de doler pero eso hace que realmente me de cuenta que me ama y lo amo.

- Te amo. - mis labios pronuncian esas palabras que salen de lo más profundo de mi ser, lo amo.

- Mi amor shhh, yo también te amo. - me da un suave beso en los labios y cierro mi ojos por un segundo.

Despierto en una habitación, todo es blanco y entra demasía luz por las ventanas así que me cuesta observar bien. Trato de incorporarme pero me duele mi cabeza, así que dejó de moverme y me quedo quieta, miro hacia la derecha y allí está Alex dormida en una especie de cama pequeña, se ve tranquilo y con ojeras pobre de mi Alex, se que estoy en el hospital por el suero que está conectado en una de mis manos. Lo observó por un buen rato hasta que el se empieza a mover y abre sus lindos ojos conectando su mirada con la mía, me sonríe y en un abrir y cerrar de ojos ya lo tengo conmigo.

- ¿Como estas mi amor?

- Ahora estoy mucho mejor, Gracias por todo. - le soy sincera, sin el quien sabe que hubiese sido de mi.

- Crees que te dejaría, cuando me enteré que habías desaparecido viví en el mismo infierno, sin saber de ti, pensé lo peor, te busque y no te encontré pero no estaba solo mi padre el se encargó de encontrarte y lo hizo, mi padre te quiere como una hija, Beatríz el realmente me acompañó al infierno cuando desapareciste.

- Donde esta tu padre debo de agradecerle. - mis lágrimas salen a mares sin el y su padre realmente estaría muerta.

- Por que lloras pequeña, que cosa te dijo mi hijo, Oh Dios no me digas que ya lo sabes - veo que me mira con ternura y empieza a reírse por mi cara.

- ¿Saber que? - Lo miro muy confundida no se de que hablan.

- Mi amor no le hagas caso, está algo aturdido por todo, has estado aquí una semana.

Lo miro asombrada jamás imaginé que dormiria tanto tiempo, realmente no pensé que me hubiesen sido mucho el daño que me hizo esa mujer.
Ella, que sucedió con ella.

- Ella, Alex donde esta.

- Tranquila, ella le dispararon, unos de los policías, cuando intento disparate, luego de eso, te tuve nuevamente en mis brazos y te desmayastes, has despertado apenas hoy.

- Hija, todo estará bien, nadie les harás daño, tu, mi hijo y nieto serán felices.

- Muchas gracias, sin usted y Alex yo estarías muerta.. espere que ha dicho.
Me empiezo a reír como loca observó a Alex que me mira con sus ojos cristalinos y una sonrisa su padre está llorando y sonriendome y yo ahora me encuentro llorando como bebé.

Estoy embarazada.

Mi jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora