Capítulo 23

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Después de las dos reuniones que tuvieron podimos salir al fin de la empresa, pero antes cuando Alex y su padre se encontraban en las reuniones yo al fin conocí a la asistente de Alex y es nada más y nada menos que Karla la misma chica que me habló cuando me aceptaron para trabajar.
Quedamos en que acompañria a Alex las veces que viniera a la empresa para asi conocernos mejor.

Vamos tomados de la mano y nos dirijimos a un restaurante pero no quiero ir a uno lujoso, asi que eligo yo, el restaurante es algo pequeño pero muy limpio y cálido y eso es lo que yo quiero.
Tomamos nuestros pedidos y entre pláticas y besos el tiempo se nos va.

Cuando llegamos al departamento ya son las seis de la tarde estoy cansada pero todo rastro de cansancio se borra cuando Alex me sale con un aviso inoportuno.

- Iremos a casa de mis padres, - lo miro y lo miro ninguna palabra sale de mis labios.- tranquila amor, todo saldra bien si mi madre empieza con sus cosas tu y yo nos regresamos a casa.

- Alex - chilló - como se te ocurre decirme hasta ahorita.

- si te decía antes tu tomarías el primer avion ha casa y me dejarías acá. Se que mi madre no ha sido muy buena, pero contigo lo debe de hacer no permitire que ella nos arruine esto.

Me toma de la cintura y me acerca a sus cálidos labios nos sumergimos en un beso donde por un momento nos olvidamos de todo.

- Todo estará bien, pequeña.

2 horas más tarde

Todo estará bien la palabras reconfortantes de Alex que me dio hace unas horas se van a la basura cuando entramos no a la casa si no a una mansión para mi esta casa es enorme, me siento tan chiquita.
Se suponía que era una cena familiar que se ha convertido en una fiesta, hay gente por todos lados y aún que no es mucho son desconocidos para mi Alex desde que entro su humor se fue a la mierda con todo esto yo bien sabía que a su madre no le caería bien y he aquí las pruebas.

- Alex- una mujer más alta que yo con sus grandes tacones y cabello rojizo saluda y lo abraza.

- Madre - ha dicho que es su mamá, mierda esto no será nada bueno.

Veo como se saludan, y su madre me mira de pies a cabeza regalándome una sonrisa que se confunde con una mueca.

- Tu - me señala con la dedo - debes ser su novia.

- Así es madre, Beatríz ella es mi madre Graciela, madre ella es mi novia - me toma de la cintura y me acerca a él.

- Mucho gusto señora - nos saludamos de mano ni ella a mí ni yo a ella nos pasamos.

- El gusto es mío Beatriz.

Mientras que su madre nos presenta a no se quien mi mirada se dirije a una mujer con curvas exageradas meléna a rubia y sus ojos de color verde, su vista choca con la mía y me mira de pies a cabeza y una sonrisa sale de su rostro, se acerca a paso de modelo hacia nosotros.

- Graciela gracias por invitarme - la saluda y se sitúa a lado de ella.

- Stefania, gracias a ti por venir - se miran a los ojos y es como si tramaran algo.

Había ignorado a alex pero ahora lo miro y está molesto diría yo, su vena se le salta en la frente y mira a su madre no con alegria, y eso me preocupa conocerá a esa Stefania.

- Hijo mira, Stefania tu ex novia, verdad que mucho más hermosa a que si lo es mirala es perfecta - mi corazón se para, me quedo callada y prefiero mirar para otro lado si que tengo competencia y yo llevo las de perder.

- Hola Alex tanto tiempo sin vernos has cambiado eres mucho más grande, guapo, fuerte miraté eres perfecto - se le acerca y le da un beso en las comisura de sus labios yo me revuelco por dentro que mierda más grande.

- Ella es mi novia Beatríz, Stefania - la tal Stefania me mira de pies a cabeza.

- Oh disculpame pensé que eras del servicio - y junto con Graciela se empiezan a reír y yo me quedo tragandome las lágrimas y callada.

- Respeta a mi novia, Stefania ella no es igual que tu.

- Claro que no, ella es..

Alex no la deja terminar de hablar la toma del brazo bruscamente y la mira molesto.

- Ella es mejor mucho mejor que tu, no te metas con ella Stefania. - la suelta y su mirada se dirije a su madre. - Gracias por la cena familiar madre, me la he pasado muy bien.

Las dos mujeres lo miran asombradas y molestas.
Me toma de la mano yo camino al paso de el, sacándome de su casa, mis lágrimas esas ya han salido, soy tan débil por que unas palabras me han echo tanto daño y como siempre me quedo callada esperando a que Alex me salve, no siempre será así.
Trato de quitarme rápidamente las lágrimas de mi rostro ya que el padre ese Alex se aproxima rápidamente hacia nosotros.

- Hijo, lo siento mucho tu madre ha echado a perder esto, Alex hijo perdoname, yo pensé que ella había cambiado, Beatríz hija - me toma en sus brazos y me abraza no lloraré frente de el.

- Olvida esto papa, nos vemos mañana en la empresa, y puedes ir a mi departamento o vernos para ir a comer y olvidate de que Beatríz y yo pisaremos esta casa, esto jamás se lo perdonaré a mi madre. - me toma de la mano y nos vamos de esa casa, dejando a su padre muy molesto.

Cuando al fin llegamos al departamento yo me apresuro al baño, ya que me quiero relajar y olvidarme de esto, no he hablado con Alex no quiero hacerlo.
Me pongo mi pijama y me acuesto en la cama estoy por quedarme dormida cuando unos fuertes brazos me abrazan. Y su mirada aparece en su rostro se que esta molesto y dolido pero el aún creía en su mamá.

- Yo cuidaré de ti - sus palabras me hacen sentirme bien, me da un cálido beso y asi los dos dormimos juntos.

Mi jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora