Parte 2

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Me senté en la misma mesa de siempre, la misma mesera me atendió bueno me dejo el café y las tostadas con huevo revuelto y el pocillo de frutas, comía siempre lo mismo, leí el periódico, al rato llego un anciano con el que siempre juego partidos de ajedrez para cuando terminamos de jugar ya eran las 11 de la mañana se despidió el anciano y salió mire el edificio de enfrente y había mucha gente agolpada en el frontis del canal, pero más me llamo la atención ver sujetos armados sobre los edificios, en el reflejo de los vidrios del canal conté cuatro sujetos apuntando a la entrada.

Una gran furgoneta negra se estaciono en la entrada y se bajaron cuatro sujetos grandes, musculosos los clásicos guardaespaldas roperos, debe ser una persona importante como para tener gente en la azotea instintivamente mire el traje del guardaespaldas que descendió por el lado del piloto y era un traje distinto a los de la azotea, miro y los sujetos que antes vi estaban escondidos, joder esos putos mataran a la persona y esos idiotas ni los han visto me levanto corriendo de la mesa, solté la correa a Wanda y le indique que me siguiera alerta por la derecha, ya venía saliendo una mujer rubia rodeada por tres idiotas miro al edificio y los sujetos apuntaban a la protegida me saque el poleron de la cintura y rápidamente le indico a Wanda que se quede tras la camioneta me acerco de golpe tomo a uno de los guardaespaldas cubriendo la línea de fuego de la izquierda que sin duda tenían mejor Angulo de tiro y acerté porque a los segundo el guardaespaldas cae por el disparo que venía directo a la rubia que gritaba, le coloque mi poleron rápidamente le puse la capucha y corrí entremedio de la gente la cual asusto Wanda ladrando cuando le indique que asustara para que la gente se dispersara, entre con la rubia al café y Salí corriendo por la cocina, la gente estaba toda en el suelo muchos entraron con nosotras, para cubrirse, me metí al restauran que estaba continuo al café, Salí a la calle cuando me quedaba una cuadra para llegar a mi departamento, empuje a la rubia que seguía resistiéndose a caminar y seguía chillando, la tome y la subí a mi hombro y corrí hacia el edificio donde vivía abrí la puerta y cerré las cortinas y todo.

-rubia ¿estás bien?- me acerco verificando que no estuviera herida, por primera vez miro sus ojos eran azules me quede pegada mi corazón comenzó a latir rápidamente y no sabía por qué.

-tu, tu ¿eres parte de la gente que me quiere muerta?- se aferró al sillón temblando

-no tranquila, pensé que había quedado claro que no quiero dañarte, te saque lo más rápido que pude, ¿quiere agua, refresco o jugo?- ella me pide agua se la traigo

-¿Por qué quieren verte muerta?- le pregunto mientras doy de comer a Wanda

-¿no sabes quién soy?- me pregunta temblando aun

-nop, lo que me recuerda, soy Alicia Lex- extiendo mi mano presentándome ella la estrecha de vuelta con una sonrisa –yo soy Eliza Clark- ambas sonreímos

-bueno señorita Clark, la tendré secuestrada un par de horas en mi palacio, hasta que crea que es seguro poder sacarla de acá y dejarla en la puerta de su castillo- ella sonríe al ver que todo se lo dije en tono actuación teatral medieval

-os agradezco su buena disposición, gran caballera de la mesa cuadrada- me vuelve a sonreír, realmente era una chica preciosa

-no quiero que esta princesa muera de hambre, preparare la comida- ella se sonroja y camina a la cocina para ofrecerme ayuda, cocinamos juntas carne con ensalada y papas salteadas

La comida fue bastante divertida, me comento que amaba cocinar pero no le permitían hacerlo

-¿tú eres guardaespaldas?- me consulta

-era, ya no me dedico a eso- me molestaba siempre contestar esa pregunta siempre contestaba con alguna pesadez o simplemente guardaba silencio, pero con ella era distinto sentía que la conocía de toda la vida

-¿Por qué no trabajas para mí?, llevo unas horas contigo y me siento muy segura- me dice con sus ojitos bellos

-me encantaría, pero lo deje quiero ser una ninja guerrera americana-

-que lastima- dice triste mirando el plato que ya estaba vacío

-lo siento- me levanto a lavar la loza 

Otra oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora