Ya tenía el barco listo para salir y el barco estaba en silencio Heda estaba durmiendo al lado de mi silla, pero Wanda no estaba llegue a la cubierta y la vi dormida dentro de una jaula y aparecen tres hombres apuntando a mis padres y hermana. Quede con la boca abierta al ver a Bellamy con las manos llenas de sangre pararse en frente –Anderson a muerto- sonríe maquiavélicamente.
De pronto entendí todo –eres un mal nacido puto bell, confiábamos en ti- los hombres me sujetaron fuerte –preciosa yo siempre consigo lo que quiero, además tu linda mama me ayudo- veo salir a cruela riendo.
-hija te necesito para un pequeño negocio- me acaricia el rostro yo la escupí –eres una mal nacida-
Siento la cachetada y la sangre correr por mis labios, llévenselos y enciérrelos a todos juntos. Nos llevan dentro del barco hasta mi habitación.
-no lo creo, confiábamos en el- mi papa se sienta en la cama
Lo mire y trate de reconfortarlo –tranquilo todos caímos e imagina que mi madre estaba metida- me siento a su lado
-¿crees que lex?- me levante rápidamente ante la pregunta de mi hermana –joder Ali, de seguro la mataran.....-
Pov Alicia
Dejo la moto enduro tras el galpón y corro al barco, se ve todo tranquilo nadie esto es extraño, el barco esta encendido subí rápidamente, y vi a Wanda encerrada.
-Lex, Lex, Lex arriba las manos- miro a mi espalda y veo a un sujeto alto con una metralleta su rostro estaba cubierto en su totalidad, subo de inmediato
-mátala- grita cruela y bellamy al mismo tiempo
-lo siento par de idiotas, cambio de planes la quieren viva también- me volteo y trato de saber quién era, pero el tipo evitaba mi mirada
-pero si el trato era llevarles a mi prometida, la utilizaban y me la devolvían- dice Bellamy furioso
Veo que el sujeto me amarra las manos y me inyecta algo, siento mi cuerpo poco a poco dormirse, solo siento al sujeto cargarme y llevarme dentro. Bellamy seguía reclamando por su trato, es muy idiota acaso no sabe que nunca debes fiarte de un chino.
Despierto al sentir las caricias de alguien, me levanto rápidamente y noto la mirada de mi ojos azules –Eli ¿estás bien?- ella se me acerca y me besa, veo que su papa, mama buena y hermana están con nosotras.
-bell era el topo y mi mama estaba con el- me suelta la primicia
-vi a bell, pero cruela, joder-me golpeo la pierna furiosa
-no te enfades- me dice
-mi trabajo es darme cuenta de esas cosas- respiro suavemente tratando de relajarme
-¿Cuánto llevamos navegando?- pregunto
-toda la tarde y noche, ahora debe ser medio día- mire la ventana –curioso y no esta tan frio y seguimos a mucha velocidad si fuera de noche podría identificar donde estamos-
Me recosté sobre el pecho de Eliza.
Estaba anocheciendo y el barco se detuvo, a los segundos siento que abren la puerta
-atrás, Lex vienes con nosotros- los sujetos me agarran y colocan un saco en mi cabeza y me arrastran fuera del barco trato de forcejear, miro y veo un tablón me empujan para atravesar hacia otro barco claramente más grande, me tira a un agujero. –querida Lex, si pudiera ya te hubiera matado agradécela a la persona a cargo que te permite vivir- me escupe el maldito de Bellamy, pasaron diez minutos y vuelven abrir la trampilla y cae Danielle la alcanzo a sujetar para que no se dañe. -¿estás bien?- ella siente y llora abrazándome.
Pasaban minutos y fueron cayendo de a uno, la última en caer fue Eliza y venia inconsciente al parecer forcejeo, la atrape en mis brazos y verifique que estuviera todo en orden.
Dos días navegando sin parar, con suerte nos lanzaban agua y algo de comida, Wanda ladraba y a los minutos había un silencio lloraba por ella cada día, no sabía si la mataban y cada vez que escuchaba su ladrido era vida para mí, Eliza se preocupaba por Heda y yo igual.
-estaremos bien amor- trataba de reconfortarla aunque sinceramente me encontraba en desventaja.
-lo sé, sé que tenemos un futuro mejor- me dice riendo
-¡lex!- gritan desde arriba, me puse de pie en medio para quedar a la vista del que hablaba
-eres la sorteada serás la primera en ser interrogada- lanzan una escalera, la subo sin titubear arriba me esperaban alrededor de veinte hombres todos apuntándome, les sonreí y agache mi cabeza saludándolos.
-siéntate aquí- un sujeto me indica una silla frente a una mesita chica llena de artefactos corto punzantes, esto ya no me gustaba, apreté los labios sabía lo que se me venía.
Me soltaron las manos y las volvieron a amarrar sobre la mesa con dos grilletes.
-eres realmente preciosa- el hombre me acaricia el rostro, yo aparto mi cabeza
-¿Qué quieres?- le pregunto
-tienes que contestarme una serie de preguntas-
Asiento con la cabeza.
-¿sabes quién es Lexa Trikru?- miro al sujeto raro
-no sé quién es- respondo segura, el hombre no conforme me enterró un alfiler en mi dedo índice –preciosa piense un poco y conteste- vuelve a clavar otro alfiler aguanto el dolor sin gritar.
-no lo sé- pensaba pero ese nombre no me resultaba conocido
-probemos con otra. ¿Te suena Clarke Skaikru?- otro nombre raro, pero este me era familiar por alguna extraña razón mi corazón comenzó a palpitar rápidamente.
-no señor no es para nada conocido ese nombre- siento el tercer alfiler atravesar otro dedo
El hombre se levanta y entra a una cabina, sale a los minutos y vuelve a sentarse
-preciosa trata de concentrarte ¿conoces Polis?- maldición otra cosa que no se niego con la cabeza y una pequeña cuchilla atraviesa la uña de mi mano –ahhhh!!- doy un grito era realmente doloroso dejo de quejarme al escuchar a Eliza llamarme.
-¿si te digo comandante o Heda?- me mira expectante –comandante milicia y Heda tengo una mascota llamada así- fue muy mala respuesta ya que me llego un latigazo directo a la cara
-¿wanheda?- otro nombre al cual mi cuerpo reacciona sentí un dolor de cabeza fuertísimo y vi a Eliza gritándome y escupiéndome, vestida de una manera extraña y era arrastrada fuera de una sala y me acerque al balcón y vi una ciudad antigua. Volví a la realidad después de un balde de agua fría, respiraba agitadamente –preciosa saliste de paseo-
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Otra oportunidad
FanfictionAlicia Lex una guardaespaldas militar llevaba mucho tiempo en retiro por un suceso que marco su vida para siempre. Al encontrarse con unos ojos azules todo cambia en ella y decide salir de su retiro.