Veo mi reloj que comenzó a parpadear indicándome que había una conexión pinchada miro al comedor y veo a Eliza con su celular se lo quite y tire al suelo destrozándolo
-pero ¿Qué haces?- me dice alejándose con miedo
-tranquila, te devolveré un teléfono nuevo, los sujetos que te quieren han pinchado tu celular, tenemos que irnos lo más probable es que ya te hayan rastreado- tomo las llaves de mi moto, le paso ropa de cuero para que no le dé frio y le paso un casco
-prefiero que te vistas acá- ella me mira riendo
-¿me llevaras a casa en su noble corcel?-
-claro princesa, no tengo carruaje soy una simple caballera plebeya- voy a mi cuarto para ducharme rápidamente y me vestí con mi traje de cuero negro, llegue al comedor ella estaba ya lista con mi traje azul marino se veía realmente preciosa, me repetía una y otra vez que sacara ese pensamiento, saque un cuadro de la muralla, abrí mi caja fuerte y saque mi arma de servicio más mi cuchillo regalón.
-¿lista princesa?- le extiendo la mano, ella la toma y salimos fuera del departamento
-debo dejar a Wanda con mi vecina- golpeo la puerta y le pido a Sisi que me cuide a mi perrita ella feliz se queda siempre con ella, me despido salimos a los estacionamiento y veo bajarse de una furgoneta negra a 6 sujetos armados eran los mismos que estaban en la azotea del café. Cojo de la mano a Eliza quien se abraza a mi pecho yo continuo con el abrazo por suerte ambas llevábamos el casco uno de los sujetos nos miró con asco –par de lesbianas, salgan de mi presencia- rápidamente tome a Eliza que temblaba nos subimos a la moto y Salí del lugar, me estacione en una bencinera a diez kilómetros de mi departamento.
-Eliza ¿Dónde vives?- ella me da la dirección y claro si era alguien importante obvio vivía en el sector más acomodado. Llegamos a la casa y vimos patrullas del FBI, camionetas de la agencia de guardaespaldas, muchos periodistas y gente a la entrada
-Eliza ¿Quién eres?-
-soy actriz, ¿de verdad no me reconociste?- por su tono supuse que estaba sorprendida
-no soy amante de la tv, cine, lo siento, buscare otra manera de entrar-
-la única opción que tienes es la puerta principal la seguridad es óptima- me dice
-¿quieres ver como burlo a la seguridad de tu castillo?- la desafío
-ok, pero deberás dejarme en mi habitación sin que nadie se dé cuenta-
-me parece justo- le contesto tranquila
-si no logras dejarme en mi habitación sin ser descubiertas deberás trabajar para mí- eso no me parecía para nada justo, pero como estaba segura de poder hacerlo
-y si lo consigo, no deberé pagarte el celular que te rompí- estiro la mano para sellar el trato
-adelante- me dice bajándose de la moto que la estacione en la casa trasera del terreno de Eliza
-princesa, tendrás que hacerme caso en todo, y no influir en que nos pillen- ella movió la cabeza asintiendo, tire la moto al suelo y corte un par de cables y apreté un botón que yo le instale para que no parta más, nos sentamos en la solera a mirar ella me abrazo yo me aparte.
-no te arranques solo estoy actuando para no parecer sospechosas- me vuelve abrazar, esta vez no me aparto. Miro con atención veo pasar un auto de seguridad, comencé a contar y el mismo auto paso a los tres minutos, me subo al árbol de la casa de enfrente pude ver todo el pateo, los gorilas completaban rutas de a uno, me bajo y vuelvo a sentar junto a Eliza a los segundos apareció el auto, paso y yo corrí buscando otra vista y vi la entrada trasera de la casa y a dos gorilas más apoyados, se veía un grupo grande en la casa se movían mucho, supongo que están preocupados por la rubia.
Corro para llegar a sentarme junto a Eliza y el auto ya venía. Se detiene frente a nosotras
-señoritas ¿necesitan ayuda?- yo me levanto y me quito el casco
-no se preocupen ya llame a mi mecánico, la moto no quiere partir- se la señalo él se baja del auto y la levanta trata de echarla andar pero esta no responde
-¿si quieren las llevamos? A donde quieran- el hombre comenzó a coquetear conmigo
-no es necesario, gracias- le sonrió
-preciosa, vamos- me toma del brazo
-pero al juzgar por su ropa, ustedes están trabajando- le digo soltándome de agarre
-si debemos hacer guardias continuas alrededor de esta casa, pero siempre nos arrancamos-
Lo miro alzando la ceja, vaya seguridad pensé
-tranquilo ya llame a mi mecánico solo debo esperar- el sujeto se dio por vencido se subió al auto y salió.
-linda seguridad tienes princesa, se supone que ellos son los cocodrilos que están custodiando el poso el cual evita a los intrusos- ella bufo se había molestado con los sujetos
-ahora que- suelta enojada
-no te enfades conmigo, yo no tengo la culpa que tus cocodrilos sean unos tontos, ahora debo inutilizar a tus centinelas y a los arqueros- tomo mi celular y reviso el sistema de seguridad de la casa. Ella se acerca y se apoya en mi hombro para ver que hacía.
-¿Qué haces?-
-estoy pasando a revisar tus cámaras y otro sistemas de seguridad- reí burlescamente ya que me demore menos de un minutos en saber las contraseñas, a los segundos podía ver las cámaras, alarmas incluso la domótica de la casa se controlaba desde mi celular
-es increíble ¿Dónde aprendiste a hacer esto?- me pregunta contenta parecía una niña chica
-tengo mis truquillos-
-enséñamelos- sus ojos brillaban yo asentí sonrojada ella volvió a bajar los lentes del casco
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Otra oportunidad
FanfictionAlicia Lex una guardaespaldas militar llevaba mucho tiempo en retiro por un suceso que marco su vida para siempre. Al encontrarse con unos ojos azules todo cambia en ella y decide salir de su retiro.