Parte 27

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-Hey tortolitas mama tiene listo el desayuno- nos gritó mi linda cuñadita desde arriba.

-arréglate amor- me ordena la rubia secándose las lágrimas, me acomode la ropa lo más rápido que pude, la bese por última vez y subimos tomadas de las manos

Los demás estaban sentados ya en la mesa conversaban de lo buena que fue la pesca.

-¿Cuántos lograron pescar?- los ojos de Jack brillaban –fueron cinco, enormes- se levantó rápidamente y me enseño uno desde el lavaplatos

-genial es enorme- jamás había pescado uno de ese tamaño, me volteé nuevamente a la mesa y veo a Danielle reír y me miraba -¿tengo monos en la cara?- le apunto mi rostro, ella me pasa un pañuelo –cuñadita tapate el cuello mi hermana te dejo una gran marquita- me muestra en su cuello la zona, la rozo y siento un poco de dolor. Me levante rápidamente de la mesa y corrí a mi cuarto mire en el espejo y mierda tenía un moretón de seis centímetros, me coloque un poleron y subí el cierre completo cubriéndome el cuello y me volví a reincorporar al desayuno.

-amor ¿tienes frio?- la rubia me mira extrañada y parte la entendía, siempre ando en polera

-si me dio frio- le digo tomándome el café ya frio ella me lo quita –te preparare otro caliente- la sigo a la cocina –princesa me dejaste un regalo- le reclamo, ella me mira extrañada -¿Qué cosa?- bajo el cierre de mi poleron y abre la boca sorprendida –perdón, no quería- se disculpa, vuelvo a subirlo –eres una salvaje- gruñí en su oreja y le di una nalgada, pego un brinco y corrió a sentarse.

Antes de sentarme los mire a todos, -antes de seguir disfrutando el desayuno quiero que me presten atención unos minutos- todos me miran con atención

-por el momento estamos solo nosotros cinco, pronto llegaran se suponen dos más, y este- los apunto a todos y continuo – es mi grupo de confianza, en los personajes que llegaran en cualquier momento no puedo confiar- los rostros de mis receptores cambia a uno de preocupación –no quiero que se asusten, pero mi confianza hacia ustedes es total, ya que son familia y no serían capaces de traicionar a Eliza- Danielle se coloca en frente de mi – está más que obvio, ni siquiera lo debes mencionar- asiento con la cabeza –en caso de que las cosas se tuerzan, parezcan desconocido, o vean que todo se complica sigan a Eliza ella sabe qué hacer en caso de evacuación y los sacara rápidamente de acá- camino lentamente hacia la cocina –mi hija ¿nos sacara? No se supone que tú eres la que debería sacarnos- lo asiento y me apoyo en un mueble de cocina

-a la primera que atacaran será a mí, mientras pierden tiempo tratando de inhabilitarme ustedes deben desaparecer- la rubia miraba abajo muy preocupada

-Ali, pero no duraríamos ni minutos sin ti- Jack estaba confundido con todo

-Jack este tiempo que he estado con Eli la entrene, desde lucha hasta a conducir mi barco, sabe usar cada puta arma que tengo en esta casa- el hombre mira sorprendido a Eliza, esta se levanta y golpea un mueble, y aparece un arsenal de metralletas, yo golpeo otro mueble y aparecen granadas, pistolas, Eliza acciona un botón del piso y se elevan cuatro bolsos que ella abrió y mostro el interior, armamento, comida, ropa, teléfono.

-papa, sé que es raro, pero confía en nosotras- Eli vuelve a guardar todo

-acabo de mostrarle el máximo arsenal que guardo, y en cada habitación tengo armas, debajo de los closet y tras las pinturas, confió en su silencio- salgo de la cocina y me siento en el sofá a mirar el fuego.

La mama de Ely preparaba el almuerzo con ayuda de Jack, Danielle estaba jugando pool y mi rubia estaba conmigo en el sillón.

-te amo- me dice acariciándome el rostro

-eso ya lo sé- le doy un besito en la nariz

El puto teléfono sonó y ya sabía quién era.

Otra oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora