Pov Eliza
Sentía mucho frio ya no había la temperatura agradable, que cuando me acosté, supuestamente la calefacción era continua coloque otra manta, pero luego de media hora solo había logrado estar más congelada. ¿Será solo mi habitación?, camine al pasillo y revise una a una las habitaciones y estaban más heladas finalmente quede de pie frente a la puerta de Alicia entre sin hacer ruido y diablos esta también estaba fría no sentía mis pies. Alaska es muy bonita pero joder que hace frio. Se veía muy tierna durmiendo pero no tenía otra cosa que hacer tengo que despertarla. Lo hare suave no quiero que me dé un golpe por despertarla y asustarla.
Me acerque despacio al lado de ella y le susurre
-Ali despierta- toco suavemente su hombro, pero no tuve respuesta
-Ali te necesito, tienes que despertar- esta vez tuve respuesta
-ksfjgfjssjfkk- genial balbucea no imagine que tuviera el sueño tan pesado
La sacudí un poco más fuerte –Ali por favor despierta-
-¿Qué pasa?- otra vez balbucea
-levántate, me congelo arregla la calefacción- sacudo más fuerte y esta vez abre los ojos
-ya- me dice pero no se mueve vuelve a cerrar los ojos, me moleste y abrí la cama, no puedo creer que duerma con un simple short y una sudadera deportiva sin manga –¡levántate Ali! Tengo frio- esta vez le grite
-no jodas- hizo algo que no espere me tiro del brazo y me acurruco a su lado y nos tapo, subió una pierna sobre la mía y me abrazo desde la espalda, sentía su respiración en mi cabeza, iba a reclamarle pero su calor era reconfortante me sentía mucho mejor, no espere terminar haciendo la cucharita con mi guardaespaldas, solo quería que prendiera la puta calefacción, me siento muy segura, calentita y protegida, cerré los ojos y me dormí con una sensación genial, paz y tranquilidad una sensación que no tenía hace tiempo.....
Pov Alicia
Comencé a despertar, sentía mi brazo derecho dormido trate de moverlo pero algo me lo impidió, abrí los ojos de golpe y vi una cabellera dorada frente a mis ojos, ya cuando reaccione mis piernas están entrelazadas con las de ellas. Mi corazón comenzó a latir fuertemente, mis manos sudaban y temblaban ¿Qué está haciendo Eliza en mi cama?, ¿Cuándo llego?, trato de sacar mi mano para salir de la cama rápidamente – ya papa ya voy a grabar- me balbucea Eliza
Sonrió parecía una niña-debo levantarme- le digo tratando de que se dé cuenta que no soy su papa –Eli, devuélveme el brazo- le susurro sin embargo ella se abraza a el –un rato más- se volteo puso sus manos en su pecho y se acurruco en mi pecho –abrázame Ali- sin pensarlo lo hice la abrase y la atraje a mi cuerpo en su rostro pude notar una sonrisa de lado, volví a dormirme me sentía muy cómoda.
Desperté por los ladridos de Wanda abrí los ojos estaba de espalda mirando el techo abrazando con mi brazo derecho a Eli apoyada en mi hombro y acariciaba mi mejilla suavemente.
-despertaste comandante- suelta una risita bajita
-¿señorita que hace usted en mi habitación?- acaricie su espalda
-lo siento- se sonroja y agacha la mirada
-cuéntame-
-al parecer la calefacción dejo de funcionar desperté congelada, revise una a una las habitaciones por si encontraba alguna caliente y me fue mal, vine a despertarte y no lo conseguí, lo único que hiciste fue tirarme a tu cama y abrazarme, finalmente me dormí cuando recupere el calor-
Me puse rojísima sentía el calor en mis orejas por la vergüenza, como hice eso debí haber despertado.
-yo soy la que debo pedirte disculpas, se supone que debo cuidarte-le digo
-inconscientemente lo hiciste- me tranquilizan sus palabras, me quede en silencio, sentía sus piernas pegada a las mías se sienten tan suaves. Me tomo la mano izquierda y comenzó a entrelazar sus dedos su mirada estaba fija en mis manos.
-¿Qué miras?- le consulto sin dejar de entrelazar las manos
-mira tu mano es bellísima y además se ajusta muy bien a la mía- me guiña un ojo
Roja de vergüenza nadie me había dicho algo así jamás ni siquiera Costia – tu mano también es bellísima- de donde salió eso no lo sé, vuelvo a escuchar los ladridos de Wanda
-debo levantarme, si quieres seguir durmiendo quédate- salgo de la cama y sentí la mirada de Eli sobre mi hasta que salí de la habitación. Wanda estaba desesperada por salir abrí la puerta salió corriendo. Puse a calentar agua y a preparar desayuno tenía todo lo listo, me duche abajo y me coloque ropa deportiva, al salir Eliza tenía una conversación bastante seria con Wanda sobre no traer animalitos a casa, mire la cajita que tenía era un ardillita pequeña -¿de dónde la sacaste Wanda?- mi perra salió corriendo fuera de la casa para que la siguiéramos
-vamos- tome la mano de Eli y comenzamos a correr tras Wanda, tuve que parar ya que se estaba ahogando mi compañera -¿estás bien?-
-no sé por qué me agote- me dice a penas
-lo olvide estamos en altura, por eso te agotas más rápido, una vez que te acostumbres todo ira mejor-
Caminamos, Eli volvió a tomar mi mano, nos fuimos en silencio hasta que vimos a Wanda rodear un árbol. Observe y sobre las ramas se veían plumas de algún ave rapiña, una rama estaba quebrada el espacio que se suponía era la casa de la ardilla estaba destrozado bajo la rama encontramos el cuerpo de la madre de la ardilla.
-la rama se quebró matando a la madre y las aves se encargaron de las crías, menos de la que tenemos-
-cuidémosla- me mira con unos ojos de súplica y al parecer Wanda se confabulo con ella
-no sé cómo cuidar a una ardilla, ¿tú sabes?- le pregunto
-se ve que esta criadita, la criaremos con amor-
Definitivamente no le puedo negar nada a esta mujer
-será tu responsabilidad, vamos a desayunar- al regresar la ardillita estaba enroscada cerca de la chimenea
-mira si ya se siente acogida- si Eli fuera una animación en estos momentos le estaría saliendo corazoncitos por alrededor.
-espero que no quieran formar un zoológico aquí- nunca había tenido mascotas, acepte a Wanda por que cuide perros en la milicia me iba a ser fácil
Eliza seguía mirando el comedor en busca de algo.
-necesitamos una casita para Heda- me mira sonriente -¿tú puedes llamar a la persona que te hizo los muebles y pedirle una casita?- me pregunta caminando hacia mi
-no tengo a quien llamar, yo hice los muebles y todos los tallados- veo su rostro y su boca estaba entre abierta por la impresión
-mejor aún, hazle una casita recuerda que es tu hija-
-es tu hija, no mía-
-pero la trajo tu hija, así que te haces responsable- me saca la lengua y se sienta en la mesa mientras yo llevo el café
-entonces, vuelvo a ser madre por segunda vez- aplaudo de la felicidad
-sí, seremos buenas madres- mira a la ardillita que seguía dormida al lado del fuego
-jaajja es gracioso, pero está bien asumo mi maternidad y le haré una casita- ella me abraza y agradece...
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Otra oportunidad
FanfictionAlicia Lex una guardaespaldas militar llevaba mucho tiempo en retiro por un suceso que marco su vida para siempre. Al encontrarse con unos ojos azules todo cambia en ella y decide salir de su retiro.