Parte 32

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Entro a la casa rápidamente, me acercó a Anderson –joder, fuera hay tres sujetos escondidos en el bosque- Anderson corre rápidamente y coge su mochila sacando armamento. El rostro de todos se empalideció.

-necesito que todos disimulen tranquilos, desde fuera nos están observando, actuemos que estamos compartiendo en la cocina es la parte más fácil para salir en caso de evacuación- todos rápidamente se acercan. Heda se engrifo en mi hombro y movía sus orejitas, por otro lado Wanda comenzó a gruñir y ladrar para salir, la llamo, -Wanda quédate aquí en silencio mama estará bien- la perra se pone a mi lado en posición defensiva...

Pov Alicia

Continúe simulando mientras me acercaba al granero para coger mis armas y poder mirar mi reloj de pulsera y mi celular. Cargue el hacha lo guarde con cuidado me equipe rápidamente. Y una bala roso mi hombro, joder los tres sujetos arremetieron hacia mí, era lo que esperaba, me oculte tras un closet. Los sujetos hablaban en chino mandarín.

-atentos, es una mujer peligrosa- los láseres de las miras atravesaban todo el lugar a lo lejos escuchaba el ladrido de Wanda.

-Los otros ya debería haber llegado a la casa- oír eso me puso nerviosa metí dos tiros en el pecho a uno, al segundo le enterré mi cuchilla favorita en el corazón y al tercero lo desnuque con mis piernas.

La radio de uno seguía funcionando –joder hong, la rubia acaba de patearle el trasero a dos- yo sonreí definitivamente aprende rápido.

Pov Eliza

Escuche los disparos y eso para mí era la señal, golpee el piso y cogí un bolso y me puse armas, cuchillas y gas.

-papa coge un arma, Danielle y todos, tendremos que salir- veo correr a Anderson fuera de la casa

-¿no se supone que tu guardaespaldas debería escoltarnos?- mi mama siempre preguntando idioteces

-pues mama te presento a tu nueva escolta- abro los brazos y me coloco el chaleco antibalas y una radio –lex-...........

-maldición aún no coge su mochila- estaba de espaldas a la puerta de la cocina y veo el rostro de horror de mi hermana

-arriba las manos-dice un chino tratando de pronunciar nuestro idioma.

Levanto las manos volteándome lentamente me apuntaba con un revolver -¿es usted Eliza Clark?- yo asiento levemente. Se acercó y me tomo el brazo bajo el arma unos segundos y eso me dio tiempo para quitársele y meterle un tiro en la cabeza. Miro a mi familia que abrió la boca sorprendidos, Bell me miraba asustado. Pongo la vista al frente y venia otro subiendo por la escalera le lanzo una patada en el pecho y cae desnucándose indico a los demás que me sigan y fuera había un tercero dispare tres veces uno en la pierna y los otros uno en cada brazo, escucho que hablaba por radio en chino.

Corrimos hacia la bote mis mascotas fueron las primeras en ubicarse, miro hacia atrás y veo correr a Alicia y Anderson, Alicia me abraza –cariño cuídate, vienen dos camionetas- se separa de mí y camina hacia la casa nuevamente -¿Qué haces?- le grito

-te doy tiempo, que nos volvamos a ver- y sale corriendo, encendí el bote y Salí rio abajo las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, a lo lejos escuchaba disparos, mi mama buena me abrazo y acariciaba mi espalda.

-hija ¿sabes que haces?- miro a mi papa –este escape lo he practicado durante un mes-.

-¿mataste a dos tipos?- Bell se acerca a mi

-eran ellos o nosotros- le respondo

-esa muerta de hambre te enseño a ser así, una asesina- esta vez cruela hablo

-mama esto es supervivencia- me faltaban diez minutos de recorrido

Anderson me apunta hacia atrás sonriendo y me pasa sus prismáticos –vez Alicia viene en moto de nieve- asiento un poco más tranquilo –genial, ella llegara con veinte minutos de retraso- mi hermana me abrazo fuerte mientras conducía.

-bájense y corran a ese galpón cogí todo lo que necesitaría y llegue donde todos me esperaban arriba del barco, corrí hacia el mando de la nave.

-¿sabes echarlo andar?- Bell me interroga

-tienes sus truquillos y si mi novia me enseño a navegar- me senté al lado del timón

-deberías ponerlo en marcha- me dice Bell demasiado calmado

Lo pensé por un rato y sabía que Alicia venia, así que me dispuse a ponerlo en marcha bell bajo y quede sola.


Otra oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora