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She asked me, "Son, when I grow old,
Will you buy me a house of gold?
And when your father turns to stone,
Will you take care of me?"

I will make you queen of everything you see,
I'll put you on the map,
I'll cure you of disease.

Let's say we up and left this town,
And turned our future upside down.
We'll make pretend that you and me,
Lived ever after happily.

She asked me, "Son, when I grow old,
Will you buy me a house of gold?
And when your father turns to stone,
Will you take care of me?"

I will make you queen of everything you see,
I'll put you on the map,
I'll cure you of disease.

Daya me miraba con una expresión sorprendida  –Dios Tyler – exclamo dando pequeños aplausos.

Agache la cabeza tímido— Gracias.

— De verdad Tyler, tu voz es tan agradable de oír. – expresó Daya.

Solo sonreía por cada palabra que me decía Daya, deje mi ukelele a un lado para poder descansar un poco mis manos.

«fue una mierda pero ella no lo admite. Lo hiciste mal, siempre haces todo mal»

Me paralicé por completo, mis músculos se tensaron y un escalofrío paso por mi espalda. sentía como comenzaba a aparecer ese sudor frío por mi espalda, mis manos tiritaban. Creí que nunca más volvería a escuchar esa jodida voz en mi cabeza, pero lo a hecho nuevamente volvió aparecer en el momento menos oportuno.

—¿Estás bien? – preguntó. Daya Noto mi cambio anímico. Pero yo no respondí a su pregunta –¿Tyler?

«Que esperas maldita sea, mátate de una vez por todas»

—No, no, no, no lo haré –murmuré.

—¿Qué no harás que, Tyler? – Daya posaba sus sobre mis hombros.

«Nunca le importaras porque eres un maldito Marica,¿entiendes eso? »

Me levante bruscamente del piso tapando mis oídos con mis manos fuertemente. Comencé a caminar por el lugar desesperado.

–¿Tyler, que sucede? – voltee y vi a daya realmente preocupada. —¿estás bien?

Una parte de mí me decía que corriera y acabará con esto tirándome al lago de una vez por todas, pero otra me decía que me tranquilizara, tenía a la chica con la que tanto quería hablar justo frente a mi.

—Todo esta bien. – Daya de aproximaba lentamente a mi asustada.

«Basura, jodete de una vez por todas
Basura
Basura»

–Cállate, vete. – comencé a caminar aún más desesperado. Sentía como Daya me seguía en cada paso.
Pase mis uñas fuertemente por mi cara. Mi corazón latía rápido sentía  que en cualquier momento corría en dirección al lago pero  sentí como Daya me agarro bruscamente del brazo y llevo mi cabeza a su pecho. Su mano acariciaba mi cabeza delicadamente.

— Tranquilo, eso es, eso... Relájate, todo está bien – dijo con su suave voz. Lentamente nos sentamos en el piso. Me sentía más calmado en sus brazos me sentía seguro.

Después de varios minutos logre tranquilizarme, bueno, Daya logró tranquilizarme por completo, nunca nadie lo había logrado siempre me calmaba solo, lo intento mi madre, mi hermano, mi hermana incluso mi padre, pero Daya si, ¿porque?

—Mírame – exclamó Daya. Me senté frente a ella. Ella tomó mi mentón y giro mi cabeza. — que horrible rasguños te hiciste. -— Yo agache la cabeza algo apenado, sentía vergüenza por lo que acababa de pasar. — Ya me imagino de lo que sufres.
Alcé la vista y ella me miraba algo apenada.

— Es horrible – respondí en voz baja.

— No te sientas mal por eso, no es tu culpa. – Ella tomó mi mano – sabes algo, eres valiente. - la mire y ella me sonreía.

–No lo soy, nunca lo fui... - replique

–¿Hace cuanto sufres de eso? –  mire algo sorprendido, era la primera persona que me preguntaba sobre todo esto.

–Desde que tenía 17 años...

Daya se impresionó - y ¿ahora tienes..?

–21...

–Vamos, claro que eres valiente...logras soportar este tipo de enfermedad. - exclamó.

–¿Tu crees? - pregunté. - de seguro ya te espante...

–No digas eso - ella me miraba fijo - sabes...No quiero que te sientas mal, yo nunca dejare de hablarte por eso, nunca. Eres un buen chico, no eres malo... - Daya agacho la cabeza - no sabes lo feliz que me sentí cuando te acercaste a hablarme... Nunca Nadie lo había hecho...

La mire confuso - ¿porque nadie lo haría?

–No lo sé, nunca tuve un mejor amigo o mejor amiga. Cuando iba a la escuela nadie se acercaba a mí; cuando yo intentaba acercarme a alguien todos se alejaban, no entendía porque si nunca hice nada malo, hablaban a mis espaldas, hasta ahora lo hacen algunos vecinos, no sabes lo mal que me hacen sentir - Veía como Daya se apenaba cada vez más pero ella no borraba su sonrisa. - Un día tres chicas me golpearon brutalmente dejándome en el hospital... Grave. Josh, mi hermano, se enfureció, aún no sé qué le hizo a esas chicas pero nunca más las vi - río

–Y ¿que crees que hizo con ellas? - la curiosidad y la intensidad del asunto hacía que pregunta tras pregunta salieran de mi boca.

–No lo sé, pero él me decía que con lo que hizo tendrán trauma de por vida, hasta ahora josh no me cuanta la maldad que hizo...Luego de eso mis padres se negaron por completo a que fuera a la universidad, temían de que volviera a suceder lo mismo... Ahora solo vengo aquí todos los días, para escapar de la realidad, siempre me sentí excluida de la sociedad así que solo vengo aquí...

–Que maldad hay en el mundo, pero con todo eso tú... Nunca, ¿nunca intentaste acabar con tu vida? - pregunté. Daya me miro fijo unos segundos.

–No - sonrío - no, algunos intentaban acabar con mi vida pero yo, yo nunca intentaría matarme...

Eso me dejó perplejo, la mire atónito. Como es posible que exista gente tan mala en esta porqueria de mundo. –Es horrible lo que me acabas de contar. — Daya a pesar de todo solo expresaba felicidad

¿Como lo hace? Como hace para estar sonriendo después de haber pasado por tanto mal

–Lo sé.ahora te veo más calmado, ¿cómo te sientes? - preguntó.

Solté una sonrisa - me siento mejor...
«Contigo todo es mejor... » – solo que no quiero llegar a casa con estos rasguños en mi cara...

–Podrías acompañarme a mi casa, no está tan lejos, te pondré hielo para que disminuya un poco... - propuso.

–Eh, no lo sé - lleve mi mano a mí nunca algo nervioso.

–Vamos, Sólo será un momento y ya está.

Recuerdo que josh me dijo exactamente lo mismo cuando quería curarme mi mano. Creo que es genético eso de ayudar a los demás. Nos levantamos tomamos nuestras y comenzamos a caminar para ir a casa de Daya.

Trees|| Tyler Joseph. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora