•52•

2.7K 290 30
                                    

N• Daya

Ya estaba atardeciendo, estaba algo más "calmada"... Caminaba desorientada por la calle los autos pasaban tan cerca de mi tocando la bocina gritándome cosas como "Quítate del camino" . Solo ignoraba sus comentarios y seguía caminado mirando al piso.

El día estaba cálido pero yo traía mi gorro puesto, quería cubrir cada parte de mi rostro de echo quería cubrir cada parte de mi, cada trozo de mi cuerpo y alma quería ser cubrirá en este instante. Otro auto acababa de rozarme, y prácticamente no me importó si me hubiese llevado arriba de ese parabrisas. «¿Por qué pienso estas cosas?» «¿Por qué no me interesa si algo malo me sucede? »

Tenía demasiadas llamadas perdidas de Tyler en mi teléfono, no quería ignorar sus llamadas... Claro que no quería pero solo necesito poder oír mis pensamientos, en este instante, poder caminar tranquila.
—Oye chica misteriosa... – Exclamó un chico cuando justo acababa de pasar por su lado. Alto y escuálido fumándose un cigarrillo. Solo lo ignore y seguí de largo. —Es de mala educación ignorar. – dijo. Simplemente seguí de largo con mis manos en mis bolsillos. Sentía como los pasos del chico me seguían, sentía su presencia atrás de mi, me incomodaba.

—¿Puedes dejar de seguirme? – dije molesta, sin voltear.

—Lo misteriosa que eres me llamó la atención, quizás me llames más la atención cuando te veas con menos ropa encima. – rió. Ante esa insinuación no sabía si voltear y golpearle su maldita cara o seguir de largo. Di un pequeño volteo para mostrarle mi rostro de disgusto y seguí mi camino, no estaba tan lejos de casa de Tyler. Podía aguantar un poco más, después de todo he aguantado tanta mierda así que esta será fácil pasar. —¿Me puedes decir por lo menos tu nombre? – preguntó en un tono más flexible.

—Vete a la mierda. – respondí molesta.

—Que ruda, no sé si eso me guste.

Me quite el gorro molesta volteando bruscamente. —¡Me importa un carajo lo que te guste o no!. – grite a centímetros de su cara. El chico solo rió con su cigarrillo en la boca.

—Maldicion... – rió. – sin ese gorro te ves menos escalofriante.

No se podía tratar con ese chico, volví a seguir mi camino, solo me quedaban pocos metros para llegar a la casa y el chico aún me hablaba y me seguía, no tenía ni la más remota idea de quién podía ser, qué tipo de psicopatía será, pero no sentía miedo alguno... Hubiese sucedido esto meses atrás ya estaría al borde del colapso del terror.

Estaba abriendo la puerta, para cuando volteo el chico estaba admirando la casa. ¿qué mierda quiere?. Cuando tome la manilla para abrir la puerta alguien ya lo había hecho primero. Entre rápidamente dándole sin querer un empujón a Tyler quien había abierto la puerta.
—¿Estás mejor? – preguntó de inmediato al verme entrar.

—En realidad no lo sé. – respondí con una falsa sonrisa. Tyler antes de cerrar esa puerta vio al chico parado afuera, me miró esperando a que le dijera quién era. Solo encogí mis hombros. —Lleva siguiéndome todo el camino. – esa cara de satisfacción que tenía Tyler al verme se había transformado a una llena de cólera.

—¿Qué te hizo? – preguntó con tono molesto.

—Nada...– respondí. – déjalo... – voltee para dejar mi bolso a un lado, cuando iba a mirar a Tyler el ya estaba caminando hacia el chico furioso. —No, por favor... – murmuré.

Lo seguí, sabía que nada bien iba terminar esto. Apenas Tyler se acercó al chico le dio un fuerte empujón, rápidamente detuve a Tyler, no quería que lo golpearan no quería que se metiera en problemas. —¡Sal de aquí maldito, lunático! – el chico no se resistió, simplemente rió y se fue.

Tyler estaba alterado, lo tenía abrazado por atrás mis manos estaban posadas en su pecho, las pulsaciones de su corazón estaban aceleradas las podía sentir. —Tranquilo. – murmuré en su oído. – Vamos adentro.

Ambos entramos a la casa, Tyler me preguntaba a cada segundo si estaba mejor. Realmente apreciaba mucho su preocupación por mi, lograba que una parte de mí se sintiera feliz, no obstante aún así quería desaparecer.

No se lo que me sucede en este instante.
No me reconozco.
Cada día que pasa me siento incompleta.
Me siento quebrada.
¿qué sucedía conmigo?.

Trees|| Tyler Joseph. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora