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N•Tyler.

Todos estábamos comiendo en casa, toda la familia reunida absortas en felicidad. comenzaba a tomar un rumbo en mi vida. Lograba entender que era la felicidad, que era el amor, como tú alma encajaba con la otra completando tu otra mitad logrando hacerte sentir integró.

Por fin sentía amor podía expresarlo de una manera que ni yo creía que podría olvidando que el miedo en mi existió por primera vez en esta subsistencia me sentía seguro olvidando todas mis inseguridades, y esa voz... Esa voz que provocaba todo esto a logrado  dejarme o yo la deje ella. Ahora estoy orgulloso de mí mismo por lograr tanto... Por lograr tanto con Daya.

—Oye, ¿Daya no piensa llegar? – rió zack. – ya lleva un buen rato afuera.

—Lo sé, pero no creo demore en llegar. – respondí, demostrando despreocupación, sin embargo estaba preocupado... Miraba mi teléfono creyendo que podría tener alguna llamada perdida de Daya, pero nada.

—Supe que se van a ir a vivir juntos.; mi padre me contó esta tarde, él parecía feliz con esa idea... ¿Daya lo sabe?

—No... Aún no. Mañana pienso decirle...en realidad pienso llevarla hasta allá, sé que se pondrá feliz. – sonreí. – se sentirá mejor... Y hasta creo que podrá llevarse mejor con mi padre, la idea de que por fin podríamos estar solo nosotros dos le encantará.

—Como haz crecido. – zack me dio un golpe en mi hombro, algo fuerte por culpa de su emoción. —Y como haz cambiado... Tiempo atrás eras tan frío y callado... Ahora mírate lo feliz que te vez , lo enamorado que estas.

—Creí que nunca lo lograría. – exprese. –Nunca creí que lograría dejar ese Tyler atrás para así poder seguir adelante... Creí que me quedaría encerrado en mi cuarto odiándome.

Zack interrumpió con un fuerte abrazo
—Pero estás aquí, y feliz, incluso...ya te llevas mejor con papá nuevamente.

Sentí satisfacción... sentí alegría... Todo volvía hacer como antes.
Zack y yo nos quedamos en silencio mirando por la ventana sentados en el sofá. Ambos disfrutábamos de la vista que se lograba apreciar. Algunas estrellas brillaban junto a la luna llena... Solo me faltaba Daya para poder abrazarla aferrándome a ella.

Ese silencio tan tranquilo a la vez satisfactorio se interrumpió cuando comenzó a sonar mi teléfono, rápidamente sonreí esperanzado pensando en que podría ser Daya, pero era Josh... Borre mi sonrisa ¿Por qué Josh me llamaría?, sin más preámbulos le conteste.

De la otra línea se escuchaban personas hablando. –¿Josh?.

—Ty- Tyler... Tienes que venir al hospital.
Su voz se escuchaba desesperada y entrecortada. Me levante del sofá preocupado.
—¿Qué pasó, Josh?
—Solo ven aquí...te explicaré cuando llegues, pero es Daya...

La llamada se corto... Por unos cortos segundos me quede pasmado tratando de procesar la llamada repentina de Josh. Apenas reaccione atine a tomar mi chaqueta junto a mis llaves, salí corriendo de casa pensado en que podría haber sucedido, algo malo.

Tome un taxi para poder llegar más rápido al hospital. Miraba por la ventana, apretaba mis manos nervioso al no tener completo conocimiento de lo que sucedía... Solo sabía que Daya estaba involucrada.
—Disculpe, podría apresurarse. – le dije al conductor, el solo asintió.

—Veo que nada bueno sucede. – manifestó el conductor.

—No lo sé, solo espero que no sea nada terrible... Trato de no preocuparme, trato de ser optimista... Pero sé que nada bueno sucede. – respondí.

Trees|| Tyler Joseph. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora