•55•

2.6K 260 4
                                    

N•Daya.

No sé cómo reaccionará cuando me vea ni que decisión drástica podría llegar a tomar. Estaba caminado en rápidos pasos para hacer que todo esto pasara rápido.; llegaba a casa, hablaba con mi padre, y solo eso.; así podría seguir los restos de los días cómoda sin algo que me pese encima, podría seguir mis días y semanas como una persona normal, no como una persona depresiva.

El sol se escondía rápido ya no quedaba casi nada para llegar a casa, sentía escalofríos de tantos nervios que pesaban por mi espalda hasta mi nuca. Cuando noté que solo estaba a unos metros de casa camine paulatinamente entre la duda y las ganas de querer hacerlo. «Solo será un momento y nada más». Suspire profundamente para poder seguir tomando mis pasos.

Saque las llaves de mi casa mientras me aproximaba, me acerqué a la puerta mirándola me podía esperar cualquier cosa del otro lado, la abrí lentamente asomándome...La casa estaba oscura, no había nadie en el lugar, no se oía la presencia de mi familia.

Por un momento sentí que podía ser algún tipo de señal en la que no debía conversar con nadie y debía irme. Eso podía creer justo en este instante sin embargo las señales en la vida no cabían en mi cabeza para poder creerlas, si algo debía hacerlo lo haría. Prendí las luces de la casa, comencé a caminar mirando las fotografías que adornaban mi casa como siempre, miraba la pequeña fotografía que había en el mueble donde estábamos todos juntos y sonrientes cuando los problemas aún no atormentaban a nadie.

Subía mi cuarto mientras para guardar alguna cosas y llevármelas. Volver a entrar a mi cuarto luego de tanto tiempo me provoco nostalgia, aquí pase la mayor parte de mi vida ya sean buenas o malas...después de esta visita no lo volvería a ver más. Comencé a guardar mis cosas, estaba concentrada en lo que hacía ignorando el silencio de mi alrededor.

"Solo espero que ninguno de ustedes deje la casa, me sentiría vacío." Decía mi padre cuando Josh y yo éramos más pequeños. Una pequeña sonrisa nostálgica ocupo mi rostro mientras arreglaba mis cosas. Rápidamente sacudo mi cabeza, no quería pensar cosas que pudieran hacerme sentir arrepentida en este instante.

Cerré mi mochila después haber guardado casi todo, mire por última vez mi cuarto... Esto quedaría atrás para siempre.

Caminaba por los pasillos del segundo piso mirando los otros cuartos con cierta tristeza, sabía que no debía estar mal...todo sería para mejor, estaría con Tyler lo que queda de mi vida.

Los minutos pasaban ya estaba casi decidida a irme de este lugar, pero antes de bajar las escaleras escuche una pequeña discusión que provenía del ante jardín.
Me asomé en la escalera para poder escuchar con claridad todo el lío.

-Lo vuelvo a repetir, ¡Su hijo y su amigo destruyeron mi auto! - gritó. -¡Estos dos maleantes me lo deben!

La puerta estaba semi- abierta, se podía apreciar a un caballero alto junto a una chica rubia. La chica rubia llamo mi atención porque me parecía familiar. -Por favor, deje de molestar, no tengo humor para oírlo el día de hoy. - replicó mi padre junto a una pequeña risa sarcástica.

-¡Destruyeron el auto maldicion! ¡Deberían pagar por eso! - gruño la voz femenina.

Esa voz, ese aspecto... ¿qué haría esa chica, jenna, en mi casa? ¿Y qué es lo que tanto reclaman?. Solo sabía que la voz de mi padre se oía furiosa, prepotente, él solo trataba de ocultarlo para ser cortés con el alto hombre. -Tu deberías pagar por esa vez que golpeaste a mi hermana... Me importa un carajo el auto, me importa un carajo si me llaman maleante... Yo defenderé a mi hermana por encima de todo y haré lo que sea para que sufra la persona que le hizo daño. - dijo josh exaltado. Esas palabras provocaron un brillo de orgullo en mis ojos, amaba a mi hermano.

-No metas a tu hermana, destruiste un caro auto, Josh. - profirió mi padre.

-¡Así es! Ya tienes la denuncia puesta. - dijo el caballero como última palabra y se fue junto a la chica, jenna.

Un fuerte portazo se escucho, mi padre apoyado en la puerta lamentándose por todo... Completamente furioso. -¡Maldita sea, Josh! ¿¡Tú también te involucras con el maldito maleante!?, Ya es un peso con tu hermana y ¿Ahora tú?.

-¿¡Te importa un carajo que la hayan golpeado!? - preguntó josh. «Esto no iba a terminar bien»

Trees|| Tyler Joseph. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora