Trees|| Tyler Joseph.

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– Eres un maldito imbecil, Tyler - dijo mi padre molesto, furioso, yo solo lo ignoraba ya no me sorprendía que mi padre me tratara como una basura, ya no era novedad para nadie. – No sé que estuve pensando cuando te deje regresar a casa, no debí dejarte entrar. – Yo solo apretaba mi mandíbula evitando decirle un millón de groserías en su cara. –Maldito enfermo - susurro. Tomó su diario para luego irse y dejarme solo. Admito que lo último que dijo me dolió «Maldito enfermo» esa frase no la olvidare, tal vez si soy un maldito enfermo. Me lo han dicho conocidos, me lo han gritado mis  vecinos, pero nunca creí que me lo diría mi propio padre.

Tome mi chaqueta, salí  de mi casa afligido, todo era un sentimiento de confusión, dolor, ira y pena.

Caminaba pensativo por el bosque que se encontraba no tan lejos de mi casa. Día   nublado, un día agradable para mi ser. Solo pensaba en cómo sería el mundo si tan solo muriera de una vez por todas, dejaría de ser un estorbo para mi familia a la que solo le llevó problemas, a la única persona que extrañaría sería a mi madre que siempre me trato con cuidado y no me quejo.
«mátate,mátate,mátate...» era lo único que escuchaba, esa frase retumbaba en mi cabeza, las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.

Cerca del bosque había un lago profundo, un lago que siempre observaba, cuando lo observaba me observaba a mi ahogándome.... ahogándome en lo más profundo, y es exactamente lo que quiero hacer en este instante, no estaría mal.
Tome asiento y rodee mis piernas con mis brazos mirando fijamente el gigante lago frente a mi.

«maldito enfermo»
«mátate, ya nadie te soporta»
«Eres una completa mierda»
«mírate, eres una basura viviente»

–mierda, ya lo sé, para de hablarme así - susurre a mis adentros abrazando mis piernas. Me levante decidido ya no soportaba más todo esto, ya estaba completamente listo, tenía que acabar con todo esto, dejaría de estorbar a mi familia y dejaría de sufrir.

Caminaba cerca del lago apreciándolo mirando el reflejo del lo árboles, me quite mi chaqueta y la tire al piso. Miles de recuerdos se venían a mi mente.

-no quiero a ese maldito en mi casa - le gritaba mi padre a mi madre sobre mi.

Ese mismo día deje la casa, pero tiempo después volví y mi padre me volvió aceptar nuevamente, todo marchaba bien, pero el tiempo pasó y nuevamente mi padre era un completo demonio buscando  siempre la forma de humillarme lograba hacerme sentir mal psicológicamente.

-no sabes todos los problemas que me traes, ¡¡Eres un maldito problema para todos!!. - gritaba mi padre en plena cena.

Miraba el agua fijamente mientras las lágrimas caían con cada recuerdo que pasaba por mi mente, observaba mi reflejo, sería la ultima vez que me observara a mí mismo vivo.

«qué esperas maldito?»
«vamos, hazlo, mátate, a nadie le importara..»